Veinticinco años para reformar el reglamento, y al final lo hicieron mal
Iñaki IRIONDO
Por procedimiento de urgencia, en lectura única y sin sacar mucho ruido, el Parlamento de Gasteiz reformará hoy su Reglamento aprobado hace escasamente diez meses. La razón: que después de haber tardado 25 años en cambiar sus normas de funcionamiento interno y de hacerlo sólo parcialmente, además lo hicieron mal.
Hace ya varias legislaturas que los grupos ha- bían advertido que el Reglamento de la Cámara no se adecuaba a los tiempos, pero los intentos de reforma siempre acababan estrellándose, bien contra la comodidad de los partidos gobernantes (a los que el viejo reglamento les resultaba muy confortable) o bien contra cuestiones como la jura de la Constitución, que echó por tierra la reforma de 1998.
A trancas y barrancas, y tras casi cuatro años de dimes y diretes, la mayoría de grupos consiguió consensuar a finales del pasado año una reforma parcial que se aprobó el 23 de diciembre de 2008. Pero será por las prisas, o vayan ustedes a saber por qué, resulta que acordaron que la ley más importante de cada año, la de presupuestos, se aprobaría en comisión y no en Pleno (que siempre suele coincidir en la semana de Navidades). La cosa, además de institucionalmente sorprendente, parece que resulta anticonstitucional -«una burrada», explicó un jurista- porque hay partidos, como EA y EB, que no podrían participar en el trámite final del presupuesto al no tener voto en la comisión, dado que la representación del Grupo Mixto le corresponde a UPyD.
Hoy lo van a solucionar, pero el PP ya está pidiendo volver a tratar lo del juramento de la Constitución y ahora hay mayoría para aprobarlo. Así que lo mismo dentro de un año están volviendo a cambiar lo que no tocaron en un cuarto de siglo.