CAN y Caja Canarias crean un grupo económico abierto a otras entidades
Caja Navarra y Caja Canarias han acordado crear un grupo económico y llevar a cabo un proceso de integración de negocios que les llevará a constituir una marca común para las áreas geográficas que no se correspondan con sus territorios de origen. Se trata de la primera integración de cajas de diferentes comunidades autónomas, una operación que sigue abierta y a la que podrían sumarse otras entidades.
GARA
En un momento en el que casi todas las miradas estaban fijadas en una posible absorción de Caja Castilla-La Mancha por BBK, o incluso en una segunda vuelta del proceso de fusión que no pudieron llevar a cabo la entidad vizcaina y Kutxa, Caja Navarra (CAN) anunció ayer que ha suscrito un acuerdo con Caja Canarias por el que ambas configurarán un grupo económico mediante la integración de negocios y la puesta en común de políticas de riesgos.
El acuerdo, suscrito por el presidente de Caja Canarias, Álvaro Arvelo, y el director general de Caja Navarra, Enrique Goñi -el presidente es Miguel Sanz-, supone que ambas entidades conservarán su personalidad jurídica y sus órganos de gobierno en sus respectivas «áreas de origen», Canarias en el primer caso, y Nafarroa, la CAV, la Rioja y Aragón, en el segundo.
Una nueva marca
En estos territorios, Caja Navarra y Caja Canarias mantendrán sus redes comerciales diferenciadas, mientras que en el resto del Estado español crearán una nueva marca diferente. Además, estas entidades configurarán un grupo económico común que se encargará del negocio mayorista y de la gestión de áreas como fondos y seguros, y carteras industriales, entre otras actividades. El grupo, en este sentido, se estructurará sobre una sociedad central de servicios financieros plenos participada por ambas cajas, y la integración financiera de amplio alcance se articulará bajo la constitución de un SIP (Sistema Institucional de Protección) que centralizará las políticas financieras, de solvencia y riesgos.
El acuerdo entre estas dos cajas, en cualquier caso, no es cerrado, sino que se trata de una operación «abierta», y el director de Comunicación de la entidad navarra, Guillermo Catalán, afirmó que en el grupo estarían «encantados» de que otros se sumaran al mismo.
«Queríamos adelantarnos»
Catalán, en declaraciones a la agencia Efe, explicó que el motivo por el que se ha dado este paso es que «todo el sector se encuentra inmerso en una etapa de consolidación importante» y que en Caja Navarra «queríamos adelantarnos y ser pioneros en este proceso» que, según valoró, «es inevitable».
Por ello, señaló, CAN buscó la posibilidad de integrarse con una entidad como Caja Canarias, que «tiene unos fundamentos económicos muy importantes» y con la que, además, la caja de Nafarroa mantenía desde hace cinco años una estrecha relación. Catalán destacó que Caja Canarias tiene un «tamaño medio, algo inferior al nuestro», pero insistió en que atesora «unos fundamentos económicos en cuanto a solvencia y capital, fantásticos», lo que les permite constituir un grupo «muy, muy fuerte».
Una vez suscrito el acuerdo, se inicia una fase en la que ambas entidades tendrán que abordar la integración de áreas como los fondos y seguros o las carteras industriales. «Ese es el trabajo que tenemos que hacer ahora -indicó Catalán-. Lo que hemos firmado es el protocolo de integración que marca el camino».
El modelo dado a conocer ayer contempla la integración operativa de servicios comunes, tecnología y marca, con redes comerciales complementarias, y el desarrollo unificado de negocios, tanto en el Estado español como fuera del estado.
Tras este acuerdo, el grupo se situará, tomando como referencia los datos consolidados a cierre de junio, como la novena caja del Estado por volumen total de activos y la sexta en resultado consolidado atribuido.
Tras el acuerdo alcanzado entre ambas entidades financieras, el grupo resultante se situará como la novena caja en el Estado español por volumen total de activos y la sexta en resultado consolidado atribuido.
En una valoración de urgencia, ELA opinó que «hubiera sido más lógico una integración con cajas más próximas a nuestra realidad social y económica» y valoró que la operación «no cumple las expectativas recomendadas por el Banco de España».
Bilbao Bizkaia Kutxa e Ibercaja aparecen como los más sólidos aspirantes a hacerse con Caja Castilla La-Mancha, en un proceso que afronta su recta final una vez que los potenciales compradores tienen ya a su disposición toda la documentación sobre el estado de las cuentas de la entidad manchega. En una entrevista publicada en GARA el 30 de agosto, el presidente de BBK, Mario Fernández, expresó el interés de la entidad vizcaina por hacerse con CCM en caso de que saliera a subasta, y desde entonces las noticias a este respecto se han multiplicado.
Fernández recordó ayer en una conferencia en el palacio Euskalduna que plantea tres criterios irrenunciables en esta operación: No arriesgar sus ratios fundamentales como «entidad más solvente del sistema financiero español»; No ir «donde no nos quieran» y, en tercer lugar, «en ningún caso poner en riesgo el control de BBK por parte de la sociedad vizcaína, estructurada en el modo en que cada momento toque». «Si con estos criterios podemos hacer algo, encantados de habernos conocido, si no podemos hacer nada, no tenemos ninguna prisa. El año que viene habrá otras oportunidades», concluyó el presidente de BBK. GARA