A deducir tras los últimos hechos acontecidos alrededor del Partido Popular no parece muy natural que siga empeñado en derrocar al gran Gobierno de ZP para usurpar el trono monclovita y asentar a Mariano en el mismo con esos mimbres. En serio. El enano que les ha crecido recientemente más alto tiene un nombre: Ricardo Costa. Costa es uno de esos chicos, como del barrrio de Salamanca, que habla de (a)manera muy parecida a la de Tamara Falcó pero de politíca. Tanto es así que Wyoming ha organizado un concurso de imitadores de Ricardo. Y tiene toda la pinta de superar al que hace décadas se organizó para remedadores de Charles Chaplin y en el que el propio Chaplin quedó en tercer lugar. Tú escuchas a Costa y no te lo crees. Parece que esté, asimismo, imitando a un tercer personaje y no a sí mismo. Y les diré más: a la forma impostada, engolada e increíble de hablar se añade el contenido de sus palabras. Es un hombre capaz de hablar del satrecillo de sus trajes en plena trama Gurtell como si lo estuviera haciendo en casa de Potota de Currufú en Puerta de Hierro. Con la diferencia que hay legión de seguidores de su enfermedad verborreica en youtube. Yo lloré de risa y pena la última vez que lo escuche. Y lo mismo le debió de ocurrir a Esperanza Aguirre cuando a su vez le oyó ella. La destitución de Richi no se ha hecho esperar. En este país, sin embargo, está claro que un personaje como el de él y el mismo Costa podrían hacer carrera en la televisión actual y en el canal que se les antojase. ¡Vaya filón, señores y señorías! Me lo puedo imaginar en «Sálvame», en «El Intermedio», con Buenafuente o Agirregomezkorta...y cómo no, con Ana Sosa Quintana. Hacer carrera poltíca o televisiva hoy en día parecen el mismo ejercicio de vulgaridad asumida. Nadie parece tener ningún tipo de vergüenza en aparecer en pantalla contar lo inenarrable y sonreír como Mariano-Mariano o Rajoy-Rajoy tras el caso don Vito Correone. Los enanos no han hecho más que asomar. Y son más de 7. De Blancanieves. La misma Belén Esteban, cuyo banco ya está ocupándose.