Kutxa destinará tres millones de euros para un fondo económico para residentes de Gipuzkoa que estén afectados por la crisis económica, tanto por expedientes de regulación de empleo, como por despidos o cualquier otro problema de tipo económico y laboral.

Según ha podido saber GARA, desde que en marzo de este año se aprobó una iniciativa del colectivo Banatuz en la asamblea general en ese sentido, se han producido diferentes reuniones entre directivos de la caja guipuzcoana, asociaciones de carácter social como Emaus, Cáritas y Cruz Roja, la Diputación de Gipuzkoa y representantes de la asamblea general que reclamaron una actuación en favor de los más desfavorecidos en tiempos de crisis.

En principio, se habla de un fondo de tres millones y de una ayuda máxima por persona de 3.000 euros en un pago único o en varios plazos, dependiendo del caso, para los afectados. En principio, parece que se le va a denominar «crédito al honor».

El trámite de la ayuda sería rápido y se estudia la posibilidad de que cuando el perceptor de la ayuda económica mejore su situación, se pueda devolver. Este tema, de todas maneras, no sería una exigencia directa, porque lo que se pretende es que ese fondo permita renovar las ayudas a otros afectados según se vaya reconstituyendo.

Este tipo de iniciativas surgen desde la base de que las cajas son entidades de carácter social. De hecho, Cajamurcia ya inició este año actuaciones de subvención a hipotecas de clientes en paro. La misma alcanzaba hasta un 30% de la cuota del préstamo hipotecario durante cuatro meses, con un límite de 150 euros al mes. En Gipuzkoa, fueron los consejeros de Banatuz en representación de la clientela de Kutxa quienes solicitaron en la Asamblea General una actuación directa «a las familias que no pueden responder en este momento al pago de los créditos que mantienen con la entidades como consecuencia de los despidos o regulaciones de empleo». La iniciativa de los consejeros representantes de la clientela también exigieron en marzo que se deberían «flexibilizar los plazos» para que «no se produzca el ahogo económico de los clientes».

Al final, el resultado de la iniciativa ha variado, aunque se mantiene el fin que perseguía de apoyar a quienes están afectados por el desempleo.