Los tres partidos de oposición representados en la Duma, cámara baja del Parlamento ruso, boicotearon la sesión de ayer para denunciar los fraudes registrados en las elecciones locales del domingo, en las que el partido del primer ministro, Vladimir Putin, obtuvo oficialmente una victoria arrolladora.

Los 135 diputados del Partido Comunista (KPRF), del Partido Liberal Democrático (LDPR, ultranacionalista) y de Rusia Justa dejaron solos en el hemiciclo a los electos de Rusia Unida -que con 315 escaños controla el Parlamento- y reclamaron una reunión con el presidente Dimitri Medvedev.

«No reconocemos las elecciones. Rusia Unida se ha apropiado de los votos de los electores», denunció Vladimir Jirinovski, líder del LDPR.