Los sindicatos LAB, CCOO y ELA se concentraron ayer en la sede de la ONCE de Bilbo para exigir unas condiciones de trabajo «justas» para los trabajadores de dicho organismo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

El delegado de LAB, Manu Agirre, denunció que tras la firma del convenio firmado por la dirección de la ONCE y UTO-UGT se están cometiendo «diversos atropellos en materia laboral y social». Los tres sindicatos consideran que los trabajadores de la ONCE «están sufriendo una política antisocial insoportable» consistente en «docenas de despidos de personas ciegas y discapacitadas». Agirre destacó que los salarios «se han visto reducidos en un 30% y no permiten tener unas condiciones mínimas normales», y van «en contra de la misión institucional de la ONCE como organismo social que es».