LAB rechazó ayer la propuesta realizada por los responsables del Gobierno de Lakua y las diputaciones para congelar los salarios del personal para 2010. La central sindical, que lidera Ainhoa Etxaide, reclama «otra orientación» de los presupuestos públicos y la «creación de empleo», porque es lo que se necesita en tiempos de crisis. Además llama a movilizarse a los trabajadores de las administraciones públicas de Euskal Herria «por el reconocimiento de nuestra labor y por la recuperación de un sector público que ha sido desmantelado durante todos estos años».

Critica que la decisión de las administraciones públicas se notificó justo en el momento en el que los representantes sindicales estaban reunidos en la supuesta mesa de negociación. «No dan a los sindicatos opción a participar en los diseños presupuestarios y limitan la negociación colectiva a los salarios, los cuales acaban decretando o congelando unilateralmente». En este caso, se pregunta si esas administraciones «van a incumplir» los acuerdos plurianuales que ya tienen firmados.

Estratagema

A juicio de LAB, la propuesta del Gobierno y las diputaciones «no es más que una estratagema para que los trabajadores, en general, y los de los servicios públicos paguemos una crisis que ellos han provocado por sus políticas fiscales y económicas nefastas» y denuncia que anunciar «a bombo y platillo» la propuesta de congelación salarial «esconde su falta de voluntad de desarrollo de servicios públicos de calidad» y lo único que fomentan es «el estereotipo del funcionario que no hace nada y gana una fortuna, pero no es real», a la vez que reconocen que, en muchos casos, «realizan el trabajo en condiciones de eventualidad y precariedad absolutas. Las categorías inferiores rozan el mileurismo».

Política fiscal a favor de la élite

LAB critica de forma directa a los responsables de las haciendas porque «se llevan las manos a la cabeza por el hecho de que la recaudación ha bajado» y, según explica la central sindical, esa pérdida de ingresos se ha debido a que han aplicado «una política fiscal beneficiosa para las clases más pudientes, grandes capitales y capital especulativo al reducir el Impuesto de Sociedades, al hacer desaparecer el Impuesto de Patrimonio y al fijar tipos impositivos irrisorios para las rentas del capital. Todo ello unido a una permisividad absoluta con el fraude fiscal de las grandes fortunas».

Ante este panorama, la central sindical insiste en que hay que cambiar ese modelo de política fiscal, para que paguen más «quienes a lo largo del amplio crecimiento económico han acumulado toda la riqueza».

LAB rechaza «ese rollo de que hay que hacer ajustes presupuestarios: lo de la congelación de sueldos a los funcionarios es sólo una de las medidas que ponen sobre la mesa y seguro que habrá muchas más, lo que sucede es que la congelación del sueldo al funcionariado vende bien, porque ya se han encargado ellos de desprestigiar nuestro trabajo y responsabilizarnos de sus nefastas actuaciones».

También asegura que «lo que no harán es perseguir el fraude fiscal -21% del PIB-; eliminar el clientelismo; las fugas de dinero público innecesarias; el desvío de dinero a través de privatizaciones de servicios públicos a empresas particulares; infraestructuras del tipo del TAV; y otras actuaciones».

Por eso, LAB reclama el desarrollo de servicios públicos de calidad. Para ello, pide llegar como mínimo a los niveles de gasto social medio de la UE; crear empleo público de calidad; recuperar todos los servicios privatizados y, en caso de que sea necesario, ampliar los servicios bajo la cobertura del presupuesto público.