Ankara prevé una oleada de exiliados kurdos que regresan para pedir paz
La llegada de grupos de paz formados por guerrilleros desarmados y refugiados kurdos para impulsar el reconocimiento de la identidad kurda en el marco del proceso impulsado por Abdullah Ocalan ha puesto nervioso al Estado turco, que prevé oleadas masivas de repatriados.
GARA
El Gobierno turco señaló ayer que espera que nuevos insurgentes kurdos regresen de Kurdistán Sur después del retorno de un primer grupo de guerrilleros el lunes. Todos ellos fueron puestos en libertad. Ankara aprovechó la situación para reclamar a los rebeldes que se rindan.
El PKK, sin embargo, se mostró firme y rechazó categóricamente una eventual rendición de sus militantes.
«Esperamos que en una primera etapa lleguen pequeños grupos de entre 100 y 150 personas», dijo el ministro del Interior, Besir Atalay, a la agencia Anadolu.
Según Atalay, estos «retornos al hogar» se inscriben en el marco de un proyecto de reformas que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha puesto en marcha para tratar de superar el conflicto con los kurdos. Para ello, Atalay reclamó el desmantelamiento del PKK.
Según explican los miembros de estos grupos de paz en una carta dirigida a las autoridades turcas y difundida por la web kurdish-info.eu, el objetivo de esta iniciativa es reforzar el proceso abierto para el reconocimiento de la cuestión kurda y la democratización del Estado turco y se enmarca en la propuesta impulsada por el líder del PKK, Abdullah Ocalan, desde la cárcel de Imrali.
En este sentido, los grupos de paz alertan sobre el riesgo de que grupos nacionalistas y chauvinistas actúen en contra del proceso de democratización del Estado turco.
Los grupos de paz asumen el liderazgo de Ocalan, pero destacan que han adoptado individual y libremente la decisión de retornar al Estado turco como «embajadores de paz para asistir al proceso puesto en marcha».
El primer grupo de paz que llegó a Kurdistán Sur estaba compuesto por seis guerrilleros y 26 civiles refugiados desde la década de 1990 y que portaban un mensaje dirigido a Ankara en el que reclamaban respeto a los derechos político y culturales de los kurdos.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, valoró positivamente este retorno, aunque insistió en realizar un llamamiento al PKK a que se rinda.
Desde Kurdistán Sur, Cemil Bayik, jefe militar del PKK, declaró que sus militantes «no bajarán de las montañas hasta que Ankara deje de intentar destruir a los kurdos».
El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado a Turquía al considerar abusivo el cierre de cuatro diarios, acusados de realizar propaganda a favor del PKK y Kongra Gel.