Martxelo Díaz Periodista
¿Para qué queremos ETB en Nafarroa?
Se acerca inexorable la fecha de caducidad de la televisión analógica en Nafarroa. A finales de año ya sólo se podrá ver la televisión digital. Debido al apagón analógico, en Nafarroa debería dejarse de ver ETB en apenas dos meses. En teoría, porque el Gobierno de Nafarroa y el de Lakua están negociando que se pueda captar ETB transcurrido este plazo.
Ahora que los dos gobiernos son amiguitos (y españolistas), parecía que no iba a haber mayor problema para suscribir un acuerdo similar al que firmaron en 1996 Javier Otano y José Antonio Ardanza, pero la cosa no acaba de cuajar.
La historia de la captación de ETB en Nafarroa siempre ha sido problemática y en la misma ha tenido una importancia capital la iniciativa popular, que instaló antenas para que la ciudadanía navarra pudiera ver la televisión en euskara.
Han pasado los años y el principal valor de ETB1 es que sigue siendo una televisión en euskara -de ETB2 no se puede lamentablemente decir ni eso y ETB3 es una cosa exótica que no se puede ver en este herrialde-, aunque con una programación excesivamente centrada en los dibujos animados infantiles, la pelota y el fútbol.
Pocos valores más quedan para el espectador medio de ETB en Nafarroa. Los informativos que, pese al control jeltzale, tenían una concepción nacional han pasado a la historia. Ver un «Teleberri» o un «Gaur Egun» desde Nafarroa servía para conocer qué había pasado en otros herrialdes. Pero actualmente tienen pocas diferencias respecto a cualquier informativo de cualquier cadena española: inundaciones en Murcia, incendios en Andalucía y sucesos truculentos diseminados por el Estado español ocupan cada vez más espacio mientras se silencia a una parte importante de la sociedad vasca (CAV incluida). No es que antes no hubiera cosas que criticar en ETB, pero si su oferta se limita a fútbol y dibujos animados en euskara, nos vale con abonarnos a Gol TV y comprar varios DVDs. Para ver «Pásalo» sin Gabirel Ezkurdia casi prefiero a Jorge Javier Vázquez y a Belén Esteban. Son igual de interesantes.