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Crónica | Último lunes de Gernika

El restaurante Porrue de Bilbo bate récord al pagar 5.000 euros por medio queso

El sol retornó para brillar en el Último Lunes de Gernika y hacer olvidar la palabra crisis a quienes acudieron a la multitudinaria cita. El pro- tagonismo fue para los 5.000 euros que pagó el Restaurante Porrue, de Bilbo, por el medio queso de Mausitxa, de Elgoibar, que ganó hace mes y medio en Ordizia.

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Agustín GOIKOETXEA

Gernika invitó al sol a su Último Lunes para convertir el centro de la villa foral en un espléndido escaparate del agro vizcaino. Así, fueron cerca de 100.000 las personas que se acercaron a disfrutar de una jornada en la que el mercado se convierte en una excusa para olvidarse de lo cotidiano y echar, en la medida de las posibilidades de cada uno, la casa por la ventana.

Lo hicieron en la subasta del medio queso ganador del concurso los del Restaurante Porrue -un local abierto en agosto en la bilbaina Alameda Rekalde-, que mantuvieron una reñida puja con Angel Velo, del Taskas, que fue quien el año pasado pagó 4.000 euros. El cocinero Unai Campo, asesorado por el guisandero mungiarra Kepa Freire, dejó en el camino a habituales del acto dirigido por el dicharachero e incombustible José Antonio Bastegieta Marko.

Con el deseado trofeo en la mano y pendiente de entregar el cheque correspondiente al representantes de la residencia de personas mayores Kaltzada, Campo confesó que había acudido a Gernika «con idea de pujar» y que la experiencia «no había estado mal» sabiendo que, al margen de la excelente publicidad para su negocio, «colabora con un fin social». El joven cocinero degustará el medio queso con clientes y amigos.

No tendrá la ocasión de comprar más quesos a la familia Ansola, del caserío elgoibartarra Mausitxa. Iñaki Ansola le explicó que sólo se habían presentado al certamen, al no disponer de productos para la venta. «Los quesos que tengo son para acudir a concursos», apuntó, recordando que su padre recogió hace mes y medio el primer premio en Ordizia. Allí se pagaron 12.000 euros.

No fue la única puja. La Taberna Bolibar, de Bakio, abonó otros 400 euros por el segundo queso clasificado, de los hermanos Audikana de Gereñu; el tercer premio lo consiguieron Gaspar y Puy Arrieta, de Araia.

Al mediodía, el sol brillaba con fuerza, aunque no lo habían tenido tan claro los organizadores a primera hora de la mañana. Iñaki Gorroño, concejal delegado de Ferias y Mercados, confesó que, a las 7.45, cuando la bruma aún inundaba la villa, dudó de los pronósticos. «Al final ha levantado y se ha quedado un día espléndido. Creo que superaremos los 100.000 visitantes», manifestó satisfecho, antes de remitir el Consistorio una nota de prensa en la que afirmó que se habían reunido «cerca de 105.000 personas».

A pesar de la afluencia de visitantes, el tránsito por el recinto ferial se mantuvo siempre fluido. Gorroño valoró positivamente los resultados obtenidos al trasladar la muestra de maquinaria y aperos agrícolas a la calle San Juan, próxima a la plaza del Mercado.

Contención de precios

A las 9.00 eran ya miles las personas que recorrían los puestos, siendo una hora después cuando se notó un mayor incremento de compradores. José Antonio Intxaurtieta y su esposa, Inmaculada Gutiérrez, de Barrika, aseguraban que los precios no habían subido respecto a otras ediciones, «incluso el pimiento de asar está más barato». Con la experiencia que les da acudir anualmente a una quincena de ferias -«no tenemos invernadero y la huerta da lo que da», apostillaba Gutiérrez-, explicaron que la crisis económica ha frenado el incremento de los precios, a pesar de que los compradores insisten en que en el Último Lunes son elevados.

«En Gernika, se paga», se quejaba una señora con varias bolsas en su mano. Itziar Magunagoikoetxea, de Mallabia, vendía sus alubias a 10 euros. «Hay algunos que optan a los premios del concurso, nosotros venimos a vender», remarcaba antes de comentar que la cosecha de alubia ha sido «un poco mejor que otros años».

No sucedió lo mismo con la fruta. Urtza Sarrionandia, de Igorre, declaraba que ha habido peor cosecha que en 2008 por la presencia de la mosca blanca y la sequía. «Estamos vendiendo más barato que el año pasado para que la gente compre por aquello de la crisis», añadía.

Quien también ha tenido una recolección algo superior a otras ocasiones en sus colmenas ha sido Igor Merino, de Barakaldo, que logró premio por su miel milflores; en la de brezo obtuvo galardón el kortezubitarra Javier Larrinaga

Éstos fueron algunos de los galardonados en el concurso impulsado por el Ayuntamiento y BBK. En txakoli blanco venció Etxabarria, de Gatika; en rosado, como en 2008, Sasikoetxe, de Larrabetzu; y en tinto, Zabala, de Bakio.

En hortalizas, el premio fue una vez más para Adela Andikoetxea, de Urduliz, y en frutas, el gatikarra José Etxebarria se impuso, siendo el único que obtuvo dos galardones ayer en la villa foral.

 

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