PSE, PNV y PP acaban coincidiendo en una misma política económica
Mañana se pondrán las bases para cerrar el último paso de la escenificación de acuerdos presupuestarios y se podrá observar que PSE, PP y PNV coinciden en lo sustancial de las políticas económicas a aplicar desde las administraciones públicas. Primero fue el pacto PSOE-PNV en Madrid, anteayer el acuerdo López-Basagoiti para las cuentas de Lakua y ya se anuncia la entente PSE-PNV para el conjunto institucional.
GARA
El PSE y PNV escenificarán mañana el cierre de un compromiso -que se sabe alcanzado desde la pasada semana- para garantizar la estabilidad presupuestaria en el conjunto de las instituciones de la CAV, es decir, Go- bierno de Lakua, las tres diputaciones y los principales ayuntamientos.
Cuando PSOE y PNV llegaron a un acuerdo para que la formación jeltzale se convirtiera en el principal apoyo para salvar los presupuestos del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ya hubo declaraciones oficiales que dejaban claro que, un año más, el pacto alcanzaba a todo el entramado institucional.
Sin embargo, los juegos de alianzas de cada una de las partes exigían que la oficialización de los acuerdos siguiera un cierto orden de prelación. Y en la CAV era preciso que el calendario remarcara el carácter de «socio preferente» que el PP tiene para el Gobierno de Patxi López. Después de que el lehendakari se hiciera la foto con Antonio Basagoiti en Lehendakaritza, queda abierto el camino para que el PNV se sume a un gran «acuerdo de estabilidad presupuestaria e institucional».
En declaraciones efectuadas ayer, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, anunció que el PNV «facilitará» los presupuestos del Gobierno autonómico, las diputaciones y ayuntamientos.
«Creemos sinceramente -afirmó- que en la situación en que vivimos es necesario un esfuerzo conjunto para que todas las instituciones tengan presupuestos que poder gestionar». Urkullu apeló a la responsabilidad de su formación para justificar ese acuerdo que «pretendemos conseguir estos días».
Con el acuerdo de mañana entre PSE y PNV se cerrará el círculo con el que ambos partidos y el PP definen de forma coincidente las políticas económicas a seguir desde las administraciones públicas.
EA muestra su preocupación
El parlamentario y miembro de la Ejecutiva Nacional de EA, Jesús Mari Larrazabal, afirmó que el acuerdo presupuestario «entre PSE y PP, al que también parece sumarse ahora el PNV, no augura nada bueno para la sociedad vasca».
Además, Jesús Mari Larrazabal mostró su preocupación por que «el PNV se vaya a sumar, al parecer, a un pacto presupuestario PSE-PP, que no es la respuesta que este país necesita en el momento actual».
El Gobierno de Patxi López se estrenó públicamente anunciando una nueva página web para el lehendakari y el cambio de la «identidad corporativa» de Ajuria Enea y tuvo que dar marcha atrás en 24 horas. Se inauguraba así una etapa en la que las rectificaciones se han convertido en una seña de identidad de este Ejecutivo.
El 14 de setiembre, el consejero de Hacienda, Carlos Aguirre, habló de que sería necesario «tocar los impuestos» -una competencia que ni siquiera es suya- y todo el mundo entendió que habría que subirlos. Al día siguiente, la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, tuvo que aclarar que no tiene por qué interpretarse como una subida ni una modificación de los tipos, sino que hay bonificaciones y deducciones sobre las que se puede actuar.
Pero una semana después, el 25 de setiembre, la propia Idoia Mendia se vio obligada a matizar unas declaraciones suyas realizadas 48 horas antes en las que adelantaba que el PSOE votaría a favor del llamado «blindaje del Concierto».
Ayer, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, volvió a hacer una declaración «políticamente incorrecta». Al dar cuenta de las cifras del primer presupuesto de la era López, apuntó que determinadas inversiones iban a sufrir un recorte. Precisó que entre ellas se encontraban las obras del Tren de Alta Velocidad. Aguirre señaló que las obras de la denominada «Y vasca» iban a «ralentizar su crecimiento». El presupuesto previsto para 2010 será de 225 millones, menos de la mitad de los 517 millones de euros presupuestados para el actual 2009.
Este anuncio de ralentización de las obras del TAV fue uno de los puntos destacados por los medios audiovisuales en la presentación de los proyecto gubernamental y, además, va en contra del pacto firmado por PSE y PP en el que se apuesta por «recuperar el tiempo perdido en la obra del TAV, adelantando la ejecución de este proyecto fundamental».
Así que se armó el lío y por la tarde el Departamento de Transportes tuvo que hacer pública una nota en la que «reitera su compromiso de impulsar y acelerar las obras del TAV». Explica que, en realidad, este año sólo se han gastado 50 de los 517 millones presupuestados, y que en 2010 se gastará más que eso.I. IRIONDO
