La representante de Greenpeace Sara Pizzinato y Pilar Marcos comparecieron ayer en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Gasteiz para dar cuenta del informe «Destrucción a toda cosa» y subrayaron que en el caso de Gipuzkoa y Bizkaia sólo el 14,2% del litoral está protegido, el porcentaje más bajo del Estado español. Además, afirmaron que ocho de cada diez de los espacios naturales protegidos de la costa vasca «corren peligro».

La organización ecologista, que compareció a petición de Aralar, mostró su rechazo a la construcción del puerto exterior de Pasaia que, según Greenpeace, «lo único que pretende es liberar suelo y crear un polo energético». La construcción de la infraestructura portuaria, que acarreará a su entender la destrucción de buena parte del monte y los acantilados de Jaizkibel, supone «un pelotazo», porque contempla un proyecto urbanístico «para obtener 400 millones de euros para financiar la construcción del superpuerto».

También se refirieron a la reserva biosfera del Urdaibai, en Bizkaia, y se opusieron a la construcción en este lugar de la segunda parte del museo Guggenheim y de polígonos industriales.

En la misma línea criticaron el plan para construir 1.200 viviendas «de lujo» y un campo de golf en Bakio, así como los vertidos de Petronor a la ría de Barbadun «con una carga elevada de contaminantes».

Marco y Pizzinato, a preguntas de los parlamentarios, también se refirieron al TAV y afirmaron que no apoyan el macro- proyecto «porque existen alternativas con menores consumos energéticos con trenes convencionales que no superen velocidades por encima de los 220 kilómetros por hora.

La organización ecologista afirmó que en la actualidad la actividad humana está provocando preocupantes efectos cobre el consumo de suelo y de agua o la generación de basuras y reclamaron una «clara voluntad política» para innovar y cambiar el modelo de desarrollo económico ya que, a su juicio, se puede generar riqueza de forma sostenible, «pero los políticos tienen que creérselo».