Osasuna y El Sadar tendrán que ser hoy más rojillos que nunca para tratar de mantener la inercia positiva de las últimas semanas y superar a un Barcelona que parece haber olvidado ante el Zaragoza la crisis que muchos quisieron ver. Como ya adelantara José Antonio Camacho ayer en rueda de prensa, Osasuna se mantendrá fiel a su estilo, con presión y juego directo, para tratar de hacer frente a ese coctel de virtuosismo y eficacia en el que Guardiola ha convertido al equipo culé.

El equipo rojillo ha cogido ritmo de competición, tras sumar 10 de los últimos 15 puntos y encarrilar la eliminatoria copera después de vencer el miércoles al Xerez a domicilio, un buen aval para recibir a un Barcelona que todavía no conoce la derrota en la presente Liga.

Con las únicas bajas de los lesionados Ludovic Delporte y Jokin Esparza, Camacho confiará la tarea al mismo once de las dos últimas jornadas: el que goleó al Atlético de Madrid y estuvo a punto de vencer en Santander, donde Osasuna dejó escapar 2 puntos en el último minuto del tiempo añadido. No obstante, en el entrenamiento de ayer Sergio trabajó con la que se presume defensa titular y podría ser que el asturiano fuese el antídoto del murciano al poder aéreo de Ibrahimovic.

El técnico de Cieza es consciente de que «para ganarle al Barcelona, cualquier equipo tiene que tener mucho trabajo en el campo y mucha suerte». Palabras de un Camacho que ve determinante la definición en la finalización en ambas porterías.

Un equipo difícil para el rival

«Estamos demostrando que somos un equipo difícil para los contrarios y yo particularmente creo que en esta clase de partidos sólo tenemos posibilidades de sumar cosas positivas, porque el Barcelona siempre es favorito», señaló.

En este sentido, añadió que Osasuna no variará su estilo de juego: «Si tenemos que ganar, perder o empatar, tiene que ser con nuestra identidad. Tenemos que adaptarnos en poder contrarrestar algunas cosas del Barcelona, pero ellos también nos tendrán que contrarrestar».

Según el entrenador rojillo, «los jugadores tienen una ilusión enorme por ganar este partido, para todos es un acicate ganar al Barcelona y si le ganas tiene una resonancia muy grande. Hay que salir con esa idea, pero una cosa es ganar y otra es jugar para ganar, no jugar alegremente, porque si no ellos te van a machacar», apuntó.