Desafiar a la gravedad tiene efectos terroríficos en el bosque
En «Vertige», la cinta con la que hoy se inaugura la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia, la tensión se transforma en terror lleno de sobresaltos. A 200 metros de altitud, cinco escaladores creen estar a salvo en la cima. Pero lo peor está aún por llegar.
Oihane LARRETXEA | DONOSTIA
«Vertige», la ópera prima del francés Abel Ferry, será la encargada de inaugurar hoy la XX. Semana de Cine Fantástico y de Terror en Donostia. «Tenía claro que no quería ni efectos especiales ni trucos de ningún tipo; quería que todo fuera de verdad, sin trampa ni cartón» señaló ayer Ferry en su comparecencia ante la prensa. El director hizo especial hincapié en ese aspecto y es que, debido a lo arriegado de la mayoría de las escenas, Ferry sólo quería a «los actores más valientes». Y no era para menos la disposición que se requería a los intérpretes, y es que «Vertige» narra la excursión que cinco amigos hacen para practicar escalada, siendo los barrancos y acantilados los principales escenarios.
Ninguno de los cinco actores seleccionados eran profesionales de la escalada, pero, a pesar de ello, no se echaron atrás ante el reto. Aunque Ferry matizó que todo se hizo con la supervisión y ayuda de unos guías profesionales de la escalada, a la hora de la verdad fueron los actores los que se colgaron de la cuerda. «Hay escenas verdaderamente emocionantes y ellos han sido muy valientes haciéndolas. En la escena del puente colgante, por ejemplo, una de las chicas queda suspendida en el aire a 200 metros de altitud, una escena que se grabó en una sola toma» cuenta Ferry. «No se emplearon especialistas en ningún momento -prosiguió-. A esto me refiero cuando mencionaba el realismo que quería reflejar». Las paredes verticales son, en gran medida, las verdaderas protagonistas de «Vertige», según Ferry, y es que, gracias a ello, «el riesgo que siente el espectador y la tensión constante que se crea es aún mayor», señaló el director.
Nada es lo que parece
La intención del cineasta consistió, desde el principio, en mezclar el género de aventuras -valiéndose para ello de la montaña- con el de terror. «La versión inicial del guión, que la hice por encargo, salió demasiado sangrienta, parecía `La Matanza de Texas', así que la pulimos un poco, hasta que obtuvimos la combinación perfecta entre la aventura inicial y el terror posterior». El filme enseña que no todo es lo que parece o, al menos, que nada es tan sencillo: tras muchas dificultades y más de una amenaza de caer al vacío, los jóvenes creen que una vez en el bosque están a salvo, ignorando que, precisamente, los problemas acaban de comenzar.
«Vertige» dará el pistoletazo de salida a seis días de cine fantástico y de terror. El 6 de noviembre, además, llegará a todas las salas comerciales.
La XX. Semana de Cine Fantástico y de Terror dedica dos exposiciones al gran dibujante de cómics Juan Giménez. Es un reconocimiento a la larga trayectoria de quien está considerado como uno de los más importantes dibujantes del género fantástico y de ciencia ficción de las últimas décadas. En la rueda de prensa que ofreció ayer, Giménez lanzó la vista atrás para hablar de sus inicios, y recordó que no fueron fáciles «sobre todo por unos padres que dudaban que fuera posible ganarse la vida mediante los cómics», señaló. Con la mirada puesta en el presente, lamentó «lo difícil que lo tienen los jóvenes hoy en día», aunque les animó a persistir. En cuanto a las exposiciones, los dibujos son una selección de la cronología de su trabajo desde que pisara Europa, dejando su Argentina natal en los años 70, hasta el día de hoy. El paso del tiempo queda reflejado en los dibujos, que van transformándose según las inquietudes del autor en cada momento: «Las modas cambian y también en el cómic, aunque la esencia de querer transmitir algo siempre perdura», matizó Giménez. Las exposiciones se podrán visitar hasta el próximo 14 de noviembre en el Centro Cultural Okendo y en la Galería Vito 021.
O.L.