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Felipe Echenique March y Carmen García Bermejo (*) Historiador y periodista mexicanos

A los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, en España, y al de Nicolás Sarkozy, en Francia

Joseba Agudo Mancisidor llegó a México, como abogado, a defender a seis ciudadanos vascos detenidos ilegalmente por la policía mexicana, con la ayuda de agentes encubiertos del Gobierno de Aznar Hacemos responsables a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y al de Nicolás Sarkozy de su integridad física y moral y la de su familia

Ciudadanos mexicanos con distintas profesiones repudiamos y condenamos la ilegal detención del abogado Joseba Agudo Mancisidor, en el norte del País Vasco (bajo administración francesa), acusado de «gestionar el regreso de etarras huidos al extranjero para incorporarlos a ETA». Joseba Agudo Mancisidor no es un «terrorista» ni reclutador de «etarras huidos», como dice el cuerpo policíaco español. Agudo Mancisidor llegó a México, como abogado, a defender a seis ciudadanos vascos (que no «etarras») detenidos ilegalmente por la policía mexicana, con la ayuda de agentes encubiertos del Gobierno de Aznar, en 2003, por su presunta vinculación con ETA. Como abogado, sus actividades siempre fueron públicas, nunca encubiertas, para demostrar la inocencia de los vascos hasta que el caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En ese proceso, Agudo Mancisidor se reunió con jueces, magistrados, abogados, intelectuales, artistas, periodistas y legisladores con el fin de crear conciencia de las injusticias que se cometían contra estos presos políticos vascos.

Si Joseba Agudo Mancisidor fuera terrorista, nunca hubiera tenido acercamientos y reuniones públicas con todos estos ciudadanos mexicanos. A pesar de eso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual -sin ver el trasfondo de las violaciones a los derechos humanos y lavándose las manos para evitarse conflictos con el Gobierno del entonces presidente José María Aznar- ordenó la extradición de los seis vascos para que fueran juzgados en España. Como la Audiencia Nacional española nunca logró comprobar las acusaciones, ahora estos seis vascos están en libertad condicionada, como lo está prácticamente todo el pueblo vasco porque, hay que decirlo, en España y en Francia cualquier ciudadano vasco es sospechoso de ser terrorista hasta que, después de ser torturado, demuestre lo contrario.

Esta es la «justicia» que se aplica en España y en Francia. Por eso, hacemos responsables a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y al de Nicolas Sarkozy de la integridad física y moral de Joseba Agudo Mancisidor y la de su familia, ya que al ser detenido, la Guardia Civil española procedió, de inmediato, a catear ilegalmente la vivienda de los padres de Agudo Mancisidor en la localidad guipuzcoana de Errenteria. Demandamos su inmediata liberación. Las acciones represivas e ilegales en contra de ciudadanos vascos están a la vista. Hacemos un llamado a las organizaciones sociales y de abogados democráticos mexicanos a levantar la voz en contra de esta artera detención. Joseba Agudo Mancisidor no es un terrorista, sino un preso político cuyo delito es abogar por la justicia y el respeto irrestricto a los derechos humanos. El Gobierno de España debe frenar la represión contra los intelectuales y artistas vascos que injustamente han sido detenidos y encarcelados simplemente por expresar sus ideas en contra de la represión que vive el País Vasco.

(*) También suscriben el presente escrito los intelectuales mexicanos Alberto Híjar Serrano (crítico de arte y luchador social), Gilberto López y Rivas (antropólogo), Francisco Pérez-Arce Ibarra (economista), León Felipe Echenique Romero (economista), Francisco Cerezo (Comité Cerezo México por la Defensa de los Derechos Huma- nos), Juan Anzaldo (editor y presidente de la asociaicón cultural Ce-Acatl AC), Ximena Valentina Echenique Romero (economista)

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