Dragados reconoce que no previno a los trabajadores sobre el amianto que utilizó
El Juzgado de lo Social vio la demanda de Lorenzo Santos Villar, trabajador de Dragados y Construcciones, para que el cáncer de pulmón que sufre le sea considerado enfermedad profesional por haber trabajado con amianto. La empresa reconoció que utilizó el mineral.
Juanjo BASTERRA
Lorenzo Santos Villar inició su actividad profesional en Dragados y Construcciones en octubre de 1973. En el desempeño de sus funciones, trabajó en contacto con el amianto que esa empresa utilizó en las uralitas y placas para los diferentes elementos de la construcción. Sufre un proceso de carcinoma de pulmón derivado de su trabajo, como indica el informe médico del Hospital de Cruces y en este momento se encuentra de baja por incapacidad temporal. Ese amianto le ha generado una pérdida de calidad de vida, como reconoció el afectado en declaraciones a GARA.
La Seguridad Social y la mutua Mapfre señalan que se debe a una enfermedad común, que nada tiene que ver con su actividad laboral. En un momento dado de la vista se quiso culpar al consumo de tabaco de ese grave problema que tiene el trabajador, que ya ha sido intervenido en dos ocasiones.
En la vista judicial que se celebró ayer varios trabajadores afirmaron, sin ningún género de dudas, que el afectado, al igual que el resto de la plantilla, tuvieron en su vida laboral entre los años setenta a los ochenta un contacto directo con el amianto, que se utilizaba en las uralitas de las casetas que se instalaban en las obras, lo mismo que en los diferentes trabajos de construcción por los que pasó, sobre todo en unas obras de Zornotza, donde se utilizaban mantas de amianto y placas para reforzar las mismas.
El abogado defensor de Lorenzo Santos esgrimió como principal argumento que el cáncer de pulmón es uno de los que aparecen en el cuadro de enfermedades profesionales, por lo que sólo por ese hecho debería de reconocerse ya ese contagio profesional, al que se niegan tanto la Seguridad Social como Mapfre, mientras que la letrada de Dragados y Construcciones intentó demostrar, sin éxito, que esa empresa controlaba la seguridad en el trabajo.
Todos los trabajadores que pasaron como testigos de unos y de otros reconocieron que la empresa no les informó de los peligros que entrañaba el mineral cancerígeno del amianto; tampoco usaron mascarillas especiales para evitar inhalar las fibras de amianto que, como ya han explicado los expertos, con una dosis mínima se puede iniciar la latencia de un cáncer; pero tampoco recibieron una vigilancia específica de la salud, pese a que el contacto con el amianto era continuo. Una vez más se vio la falta de escrúpulos de las empresas.
«Antiguamente se utilizaba todo de amianto, las tuberías de fibrocemento, las placas de «pica-pica», que llamábamos nosotros por las fibras que desprendía, que era todo lo que se usaba en las viviendas, en las diferentes obras para recubrir, pero nadie sabía nunca ni lo que era ni nada», explicó Lorenzo Santos a GARA, momentos antes de iniciarse el juicio. El trabajador de Dragados y Construcciones se dio cuenta de que tenía ese cáncer de pulmón «porque me desmayé un día. Perdí el conocimiento y como tenía un catarro que no se me curaba y fue al médico, que tras los análisis, salió que era cáncer de pulmón».
En la empresa, no le indican nada. «Ellos, muy bien, pero yo jodido. Es así, tengo los dos pulmones, 2007 y 2008 operaciones. He hecho la demanda para que me reconozcan enfermedad profesional, porque la Seguridad Social y Mapfre me lo han denegado». La mujer del trabajador criticó la falta de prevención. J. BASTERRA
La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) se concentró a las puertas del Palacio de Justicia para solidarizarse con el trabajador y para que no queden impunes las empresas que «se enriquecieron utilizando amianto que mata a los seres humanos, tras una exposición al mineral».
