Aún se desconocen las imputaciones de la juez instructora a los detenidos en relación con el grupo fascista Falange y Tradición, a pesar de haber transcurrido una semana desde que tres de ellos fueron encarcelados y otros dos puestos en libertad bajo fianza, lo que contrasta con la celeridad habitual con que en otros casos se hacen públicos los autos de prisión. La oficina de prensa de la Audiencia de Nafarroa indicó que de momento el auto seguirá en secreto con el fin de preservar la identidad de las víctimas de las acciones investigadas. Paradójicamente, varias personas que han sufrido ataques fascistas comparecieron ayer ante la prensa para denunciar la tardanza de la publicación del auto, lo que provoca en ellas inquietud y muchos interrogantes. También denunciaron el doble rasero que utiliza la justicia española, evidente e insultante, cuando portar un recuerdo gráfico de un familiar o un amigo preso o realizar una labor puramente política son actos susceptibles de acusación de «terrorismo». Rubalcaba y la Audiencia Nacional no estiman oportuna la actuación de esta última -tan dispuesta en función del perfil político de los detenidos- en lo referente a los grupos fascistas, pero sí preservar la identidad de sus componentes a toda costa. Parece una broma de mal gusto pero, habida cuenta de que afecta a la justicia, es lamentable.