Los usuarios de teléfonos móviles cuyo servicio se costea con tarjetas prepago que aún no se han identificado en los puntos de venta perderán mañana sus líneas en el Estado español. Ésta era la fecha prevista desde que, el 9 de noviembre de 2007, entrara en vigor la «Ley de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a la redes públicas de comunicaciones», como esos usuarios han podido conocer a través de los mensajes SMS que han estado enviando los últimos meses las compañías de telefonía.

Pese a las quejas expresadas por éstas ante una posible pérdida considerable de clientes, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no ha aplazado una medida que justifica como necesaria para evitar «el uso anónimo de los móviles por parte de grupos terroristas y organizaciones delictivas».

No obstante, tras reunirse ayer en Madrid con los representantes de las operadoras de telefonía, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que, durante los próximos seis meses, los usuarios que den sus datos de identificación podrán recuperar sus líneas sin tener que cambiar de número.

En la rueda de prensa también comparecieron representantes de la patronal de operadoras de telecomunicaciones Redtel y los de Movistar, Orange y Vodafone.

Cuatro millones

Según fuentes del sector de telecomunicaciones en el Estado español, el 74% de los números de móvil de prepago está ya identificado, lo que supone que alrededor de cuatro millones de usuarios todavía no han facilitado sus datos.

Si el usuario no se ha identificado, a partir de mañana no tendrá servicio; únicamente podrá llamar al número de emergencias 112. Si intenta comunicarse con otros números, escuchará un mensaje de voz en el que se le informará del plazo de seis meses del que dispone para registrarse.

Para que los terminales no sean desactivados, los particulares tienen que acreditar su identidad con el DNI, pasaporte o tarjeta de extranjería en un punto de venta de su operador, sin coste alguno. Durante la jornada de hoy aún podrán identificarse en los pocos centros comerciales que abren en festivos.