El gol, la salsa del fútbol, preocupa hoy especialmente a Athletic y Racing. A los rojiblancos, porque no andan demasiado atinados de cara a portería y porque, además, llegan a Santander con prácticamente todos sus delanteros entre algodones. A sus anfitriones, porque cuentan con la defensa más caritativa de Primera cuando actúan en su estadio.

La previa del choque, con todo, se salda con una buena noticia para Joaquín Caparrós, que ha podido incluir a Fernando Llorente en su convocatoria. El técnico deberá realizar un descarte antes del choque, pero confía en que el delantero siga «evolucionando tan rápido» como hasta ahora y pueda ser de la partida. No sería de extrañar, de todos modos, que aún estando en condiciones, y pese a que Caparrós asegura no pensar en la trascendental cita copera del miércoles -«ahora mismo queda un mundo», asegura-, Llorente parta en el banquillo.

Aunque la seguridad en las alternativas, por un motivo u otro, tampoco es total. Si Joseba Etxeberria puede pagar el esfuerzo de Madeira -disputó el encuentro completo-, e incluso Óscar de Marcos, pese a que sólo jugó una parte, a los otros dos atacantes de la lista puede pesarles todo lo contrario, la falta de minutos: Ion Vélez, que además no había jugado demasiado con anterioridad, sale de una lesión, y qué decir de Iñigo Díaz de Cerio, que ha disputado alrededor de una hora de competición en el último año.

La cosa está más equilibrada en el centro del campo, con Markel Susaeta recuperado y después de que Orbaiz, David López y Javi Martínez no completaran el partido ante el Nacional. Es prácticamente imposible, de todos modos, adelantar el once que saltará a El Sardinero. No tanto porque el equipo entrenara ayer a puerta cerrada sino, sobre todo, porque como el propio técnico reconocía ayer, habrá que esperar hasta el último momento para ver hasta qué punto se han recuperado sus hombres de los esfuerzos.

Trayectorias

Habrá que confiar en que al menos once estén al cien por cien porque, según el técnico andaluz, hoy se enfrentan a un rival «que nos apretará mucho y que va a poner una gran actitud, así que nosotros tenemos que hacer lo mismo».

Lo cierto es que los datos no corroboran las impresiones de Caparrós. Si la trayectoria del Athletic como visitante deja que desear -su única victoria lejos de San Mamés se remonta al 13 de setiembre, cuando se impuso en Xerez por la mínima, y apenas ha sido capaz de marcar tres goles en cuatro desplazamientos-, los números del Racing, sobre todo como local, son aún peores.

El equipo cántabro todavía no conoce la victoria en su estadio -su único triunfo lo consiguió en Málaga hace casi dos meses-, en el que ha encajado nada menos que diez goles en cuatro encuentros. De ahí su mala clasificación e incluso el ultimátum que parece pesar sobre Juan Carlos Mandiá, que esta semana ha recibido la visita del presidente racinguista.

La respuesta del técnico llegará en forma de cambios. Que pueden afectar a la línea defensiva, pero, pese a la sangría de goles, la apuesta más previsible de Mandiá pasa por reforzar la delantera. Por primera vez esta temporada, el técnico verdiblanco alineará dos delanteros de inicio, con Geijo acompañando a Tchité en punta de ataque.

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