El embajador del Estado español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y el primer ministro somalí, Omar Abdirashid Ali Sharmarke, mantendrán hoy una «reunión urgente» en Nairobi para estudiar «algunas actuaciones» que permitan solucionar el secuestro del atunero «Alakrana», que lleva 38 días cautivo. Así lo anunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.

A su vez, los captores del atunero exigieron que los dos piratas que se encuentran en Madrid sean extraditados para ser juzgados en Somalia, según informaron los familiares de los tripulantes secuestrados. Esta sería la última noticia que se ha conocido sobre las demandas de los piratas y la última comunicación que se habría tenido con ellos. De esta forma, los captores de los 36 tripulantes del «Alakrana» persistirían en condicionar la entrega de los marineros a la situación de sus dos compañeros, además del pago del rescate. Moratinos sostuvo que el Gobierno español está llevando a cabo «todas las acciones necesarias» para resolver «con la mayor rapidez posible» el secuestro. En este sentido, declaró que están trabajando «desde el primer día» para encontrar una solución, y volvió a pedir «confianza y tranquilidad» porque es la «única manera» de resolver «adecuadamente» esta situación «dramática».

Preguntado sobre si pudo hablar con los marineros que han regresado al barco tras ser conducidos a tierra, el ministro declaró que no había habido contacto «por el momento», ya que «hay días que se habla y días que no», aunque precisó que el primer ministro somalí volvió a confirmar ayer que los marineros no estaban en tierra. Sobre si las negociaciones con los piratas están rotas, señaló que se sigue negociando, aunque dijo que en este asunto se debe ser «prudente y discreto», porque es el campo en el que hay que actuar para trabajar.

Llama la atención que en los últimos días, al hilo de la crisis relacionada con el traslado a tierra por la fuerza de tres tripulantes del pesquero, haya sido el ministro de Exteriores, por lo tanto responsable del «frente diplomático», el encargado de hablar en nombre del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, asumiendo un papel que anteriormente habían desempeñado otros compañeros de Gabinete, especialmente la ministra de Defensa, Carme Chacón.

Por su parte, y en relación a la demanda de extradición de los dos piratas somalíes, el consejero de Interior del Gobierno de Lakua, Rodolfo Ares, consideró ayer que «hay algunos resquicios» legales para trasladar a los piratas detenidos a África y facilitar así el final del cautiverio de la tripulación del «Alakrana».

Traslado a África

En una entrevista en Radio Euskadi, Ares consideró que el regreso al barco de los tripulantes que habían sido bajados a tierra por sus secuestradores es «una buena noticia» que responde, a su entender, «a la actitud negociadora de los clanes de los piratas» que han llevado a cabo el rapto y que «es similar a la que han empleado en otros» secuestros. Según explicó, este grupo de piratas «en ningún caso ha puesto en riesgo la integridad física de los secuestrados» y, por lo tanto, pidió «tranquilidad, aun dentro de los dificultades» y «de lo dramática de la situación» de los últimos días.

Sobre el proceso de la negociación, Ares consideró que «posiblemente» se estén debatiendo tanto la cuantía del rescate como la situación de los dos piratas detenidos, pero afirmó que, en base a la experiencia en otros secuestros, «parece que el camino puede ser» llegar a un acuerdo económico.

Sin embargo, añadió que Lakua también «ha pedido a los órganos judiciales competentes que se estudien las posibilidades de que los detenidos sean juzgados en un país africano, el suyo (Somalia) o Kenia». Según reconoció, el traslado a otro país «es un tema complicado pero hay algunos resquicios para realizarlo» y, por ello, Lakua ha pedido a la Audiencia Nacional «que lo estudie» por si pudiera facilitar el final del secuestro.

«Moneda de cambio»

Por otro lado, el mediador internacional Andrew Mwangura, experto en la negociación con piratas somalíes, declaró que los tripulantes del «Alakrana» no serán agredidos porque los piratas los consideran su «moneda de cambio». En este sentido, y en declaraciones a la agencia Reuters, Mwangura dijo entender que los tres marineros del atunero que fueron llevados a tierra hubieran sido devueltos al barco junto al resto de sus compañeros.