El informe de la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (AGETT) y Asesores Financieros Internacionales (Afi) confirma que los empresarios, tras una primera actuación en la que han dejado de contratar una importante cantidad de empleo temporal, iniciarán una nueva etapa en la rescisión de puestos de trabajo fijos.

En Hego Euskal Herria, entre enero y octubre de este año se han firmado 165.494 contratos temporales menos que hace un año y la tasa de temporalidad se sitúa en torno al 22%, más de seis puntos por debajo de la que existía el año pasado. Según los datos oficiales de los gobiernos de Lakua e Iruñea, los expedientes de rescisión de empleo han alcanzado a 4.283 trabajadores, lo que nos lleva a niveles similares de 1997.

Si a esta pérdida de empleo fijo le añadimos que entre enero y octubre se han firmado 27.900 contratos de trabajo indefinidos menos en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa que hace un año, supone que la pérdida real de empleo estable en diez meses ha alcanzado la cifra récord de los 32.183 puestos de trabajo, cifra que triplica la pérdida de empleo fijo en la anterior crisis económica de 1993.

El «Avance del mercado laboral Afi-AGETT» determina, por otro lado, que el inicio de 2010 será todavía «muy duro» y habrá una «destrucción prolongada» de puestos de trabajo.

A nivel del Estado español, calculan que entre diciembre y enero se perderán 250.000 puestos de trabajo, «mayor volumen que en el último trimestre de 2009», lo que situará la tasa de paro por encima del 19%. También destaca que el empleo indefinido cae en todas las comunidades «salvo en Canarias y Baleares y Cantabria».

«La pérdida de 161.000 empleos netos entre los asalariados con contrato indefinido en las zonas más industrializadas, en un trimestre en el que deberíamos estar tocando fondo, es un mal síntoma que apunta a las bases de nuestra competitividad», explica José Antonio Herce, quien reconoce que «se está produciendo un repunte de los contratos temporales por razones estacionales, pero, aunque es una salida coyuntural, no está, desde luego, a la altura de la aspiración de una economía más moderna y sostenible».

Ayer mismo se conoció que la reestructuración que han llevado a cabo hasta ahora las empresas no es suficiente ya que un 72% de las analizadas por Improven, especializada en gestión, tiene que acometer un segundo plan de acción, y un 49% un tercero. Para el socio director de esa mercantil, Eduardo Navarro, «la única solución sostenible a medio plazo es que empresas y entidades financieras lleguen a acuerdos para refinanciar la deuda de manera que las empresas puedan garantizar su continuidad». Ese hecho les llevaría a poder mantener y garantizar el empleo. De lo contrario, estaría en juego hasta «la viabilidad de las empresas».