Sin tanto preparativo como suele ser habitual en otras modalidades, la pala vive hoy la primera de las dos grandes finales del año. Esteban Gaubeka nos atiende con gran amabilidad en la previa de un partido que afronta con muchísimas ganas.

¿Cómo se encuentra en la previa de la gran final?

En principio muy bien. En el aspecto físico, he descansado este jueves y he hecho dos entrenamientos. Estoy con la moral alta, aunque no hice un gran partido en la semifinal. Por eso, ahora quiero dar una muy buena imagen y si puede ser ganando la txapela pues mejor.

Después de estar todo el año jugando por parejas, ¿cuesta amoldarse a la modalidad?

Sí, sí cuesta. Es muy distinto jugar por parejas o mano a mano. La verdad es que el frontón se te hace muy grande, hay que correr mucho más y si vas perdiendo no tienes al compañero encima para que te pueda ayudar. Es una modalidad que a mí me gusta mucho, porque dependes de ti mismo, de cómo te desenvuelvas solo. Es una modalidad dura, pero que si te sale bien te reconforta.

¿Qué conclusiones saca de la semifinal contra Galán?

Llegaba muy bien al partido, hice un par de entrenamientos con Imanol y la verdad es que estaba muy bien de juego. Pero quieras que no es el primer partido, estás todo el año sin jugar mano a mano, y la presión de querer llegar a la final sí o sí me acabó pesando un poquito. Jugué agarrotado, bastante nervioso, y no hice el juego alegre que habitualmente suelo hacer.

¿Recuperar ese juego será su objetivo de cara a la final?

Eso es. Ya estoy en la final, ya he llegado, y ahora tengo que salir tranquilo, a disfrutar, y yo creo que esa será la clave para poder hacer mi juego y sacar mi repertorio en la cancha.

En la final se volverá a encontrar con el argentino Pablo Fusto, que en la semifinal contra Luján estuvo impecable.

Anduvo muy bien. Tuve la oportunidad de verle jugar, porque tenía partido después de él, y creo que jugó uno de sus mejores partidos. Él mismo también así lo reconoció después. Será un duro rival y un partido muy competido. Pero está claro que cuando hay que estar bien es el día de la final, no sirve de nada jugar mucho si el día de la final te sale un mal partido.

¿Dónde puede estar la clave para decidir la final?

Tampoco es que haya muchos secretos entre nosotros. Él le imprime mucha potencia a la pelota con la zurda y yo tendré que evitar que él esté delante mío, mandando en el peloteo. Yo intentaré tenerle lo más atrás posible, bombeando el pelotazo, y cuando tenga pelota a placer jugármela delante, con el dos paredes, o meter algún rebote.

Será un partido televisado, aunque si en el deporte en general ya es difícil que las finales salgan bonitas, en esta modalidad de pala lo es todavía más.

La pala es difícil de por sí, y encima con los nervios y la tensión de querer ganar una final no es fácil ver un buen partido. Esperemos, por lo menos, que sea un partido equilibrado para que la gente se pueda enganchar a esta modalidad. Eso de cara al público, porque realmente, tanto Pablo como yo lo que queremos es ganar la txapela, sea como sea. Y si es dando espectáculo pues mucho mejor.

Por lo demás, ¿qué balance hace de estos últimos meses?

Durante el verano hemos tenido un pequeño bajón. Puede ser que la crisis nos haya afectado también a nosotros, porque muchos ayuntamientos que el año pasado apostaron por la pala este año no se han animado. Esa es la única pega. Pero ahora estamos en la temporada alta del Deportivo, en los próximos meses y en navidades habrá muchos festivales, y esperemos que la gente acuda al frontón para poner un poco de ambiente.