«Consejo jumbo» de ministros de la Unión Europea en Bruselas
GARA |
Bruselas es escenario desde ayer de una densidad de ministros y diplomáticos por metro cuadrado inédita. Casi cien ministros europeos de Asuntos Exteriores, Defensa y Desarrollo, junto con, entre otros, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se reunen para discutir, sobre todo, de los altos cargos que la Unión debe designar en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de pasado mañana.
Oficialmente, en la macroreunión, que en los círculos comunitarios se conoce como «consejo-jumbo», se hablará de Afganistán, de las disputas entre Grecia y Turquía sobre Chipre o de la creación de un ejército europeo y su relación con la OTAN. Pero en los pasillos sólo se hablaba ayer de los altos cargos, y los periodistas se fijaban en los movimientos de los ministros para especular sobre éste o aquel. Llamó la atención, por ejemplo, que ayer no estuviera presente el titular de Exteriores británico, David Miliband, aparentemente descartado para el cargo de Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y de Seguridad.
La convocatoria de este «consejo-jumbo» se explica porque el Alto Representante tendrá atribuciones o competencias que tienen que ver con las tres carteras: Exteriores, Defensa y Desarrollo. Y, además, porque la presidencia (sueca) de turno sigue sin alcanzar el consenso necesario para desbloquear la designación de los altos cargos.
La cuestión de género
Tanto para el puesto de Alto representante como de presidente del Consejo Europeo, la cuestión de género gana fuerza a medida que se acerca el día de la cumbre.
Neelie Kroes, (comisaria europea de Competitivad), Margot Wallström (vicepresidenta de la Comisión) y Diana Wallis (vicepresidenta del Parlamento), apoyadas por la comisaria de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, proclamaron que «ya es hora de transformar las palabras en actos».