Gracias a la «reeducación», o españolización, que impulsa EITB, al cabo del día me entero, -o me enteraba, mejor dicho-, de demasiadas noticias que sólo interesarían si fuera del país vecino.

Pero como prefiero el original a la copia, por otros medios supe que en Extremadura han publicado una guía de orientación sexual en el que se informa sobre la masturbación. Al ser una de las pocas ideas lúcidas en ese Estado, las críticas lo han escupido en cascada. Claro que, ¿para qué van a enseñar a los jóvenes a que conozcan su cuerpo y su sexualidad? Para eso ya hay hornadas generacionales de frustrados que entienden lo barato que es violar y matar a una mujer. Y de ello también tenemos ejemplos de sobra. Yllanes, opusiano de pro, ha sido educado con mujeres que comen platanos pelados con cuchillo y tenedor, y es tan educado que mató a Nagore Laffage no por su ideario de macho dominante, sino porque la joven iruindarra no comprendió que le había insuflado demasiadas dosis de erotismo como para decirle que no. Y además sale más barato que la educación de esos padres «terroristas» que crían a segitxus, que va y cumplen más años de cárcel por hacer política que el que mata a una mujer por «cuestión de honor». Ah no, que eso sólo ocurre en Afganistán y esos lugares tan bárbaros.

Menos mal que nos enseñaron que las pajas producen sordera, que si no vaya uno a saber. Y con las drogas lo mismo. Con custodios de la moral como el Ayuntamiento de Iruñea, siempre iremos a mejor. El jueves inician una campaña que costará 35.000 euros y que consiste en repartir 20.000 bolsas para el mareo, colocar vómitos artificiales en el suelo y fijar vasos gigantes con la leyenda «no te dejes atrapar. Aléjate del alcohol y las drogas». Y mira si surte efecto, que el viernes humillaron públicamente a dos chavalas de 17 años de Tutera tras pillarles un cogollo de marihuna en una excursión escolar. Claro que sí, para qué educarles en el consumo de «cosas del diablo». Que sigan, como siempre, siendo cosas que las consumen todos pero de noche, en secreto y a escondidas.

Al menos con EITB los vascos vemos la luz en esto de la reeducación. Tanto que el monarca español copará la parrilla navideña, aunque en mi casa se encontrará con la tele apagada.