La Comisión de Cultura del Parlamento de Gasteiz aprobó ayer una resolución en la que invita a la Federación Española de Fútbol (RFEF) a que cuente con Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en la «programación de las próximas citas» de su selección. Dicha resolución salió adelante con los votos de PSE, PP y UPyD, y el rechazo de Aralar y PNV.

A través de esta decisión se insta además al Departamento de Cultura de Lakua a apoyar el «regreso de las selecciones españolas de fútbol al País Vasco», entre las que estarían las absolutas masculina y femenina y las de categorías inferiores. La selección española de fútbol no juega un partido en ninguna ciudad de estos tres herrialdes desde el 31 de mayo de 1967.

En la misma sesión, la Comisión de Cultura del Parlamento, con los mismos apoyos y rechazos, acordaba solicitar a Unipublic, organizadora de la Vuelta, que incluya a la CAV «como llegada y salida de alguna de las etapas del calendario», que no pasa por estos territorios desde el año 1979.

Reacciones

Obviamente, esta resolución trajo una cascada de reacciones. Una de ellas provino de la propia Federación Española de Fútbol. El portavoz de su Junta Directiva, Jorge Carretero, recordó que «esto es fútbol y debe ser el club interesado el que tiene que solicitar la organización de un partido internacional a través de su federación territorial».

En lo que a los partidos políticos respecta, Peio Iparragirre (PNV) explicaba el rechazo de su grupo al entender que el Parlamento de Gasteiz no es quien marca el recorrido de la Vuelta ni los escenarios de los partidos de fútbol. Mientras, el senador jeltzale Iñaki Anasagasti comentaba que «cuando ETA desaparezca, creo que será una buena noticia que pase por Euskadi».

Aralar calificaba como «exclusivamente político» el debate sobre la posibilidad de que la selección hispana juegue en Euskal Herria. Su parlamentario Mikel Basabe aprovechó para defender la oficialidad de las selecciones vascas, e instaba a distintos estamentos a que den pasos para que «la selección española pueda jugar un partido oficial en Euskadi, contra la selección vasca de fútbol».

Eusko Alkartasuna emitía una nota tachando esta resolución de «frivolidad que raya la irresponsabilidad» y acusaba a PSE y PP de «perder el tiempo queriendo probar que Euskadi es España en vez de impulsar medidas para solucionar los problemas que de verdad preocupan a la sociedad vasca».

Por contra, la representante del PSE Cristina Laborda recordaba la afición al ciclismo y al fútbol existente y pedía que estas cuestiones se afronten desde una perspectiva «exclusivamente deportiva».