David Zurutuza ha pasado de no contar para Lillo -sólo le dio nueve minutos el año pasado, cuando quisieron desprenderse de él-, a ser un jugador clave para Lasarte, que sueña con él. Desde que se lesionó ante el Madrid en la pretemporada y en Liga ante el Córdoba siente que se le ha caído su castillo de naipes.

El técnico no encuentra un sustituto, con constantes cambios en su posición de media punta, por la que han desfilado Nsue, Elustondo, Sergio, Prieto, Aranburu o Griezmann, e incluso ha querido cambiar a un 4-4-2 sin que ninguna de las opciones le haya convencido.

Por eso, un jugador que apenas ha jugado 300 minutos con la Real se ha convertido en esencial y Lasarte suspira por contar con él al no poderlo utilizar más que en cinco de los trece partidos oficiales de esta temporada. Pero Zurutuza deja claro en su charla con GARA que «no sé si él me necesita tanto para el equipo, el que necesita jugar soy yo. Tengo más ganas de jugar que él. El que está más jodido soy yo. Un jugador lo que quiere es jugar y, después de quitarme de la cabeza el tema de la renovación, lo más importante es superar la lesión y jugar, que es como más feliz está un jugador».

Y es que el de Rochefort está harto de escuchar que es un jugador frágil. «Por supuesto que quiero demostrar a los que dicen eso que no soy un jugador frágil o de cristal y demostrar el jugador que soy. Hasta ahora he jugado cinco partidos y lo he dado todo y tengo unas ganas de volver impresionantes. Y a eso de que soy de cristal no le hago ni caso. Yo a lo mío, a ponerme bien. Si con 23 años soy de cristal, no me imagino a los 33... Para nada, ahora estoy muy bien, en mi mejor estado de forma».

Además, reivindica que es un jugador físicamente fuerte: «No creo que me vean que soy de cristal. Entro fuerte al choque y lo doy todo. No me da miedo entrar duro, pero he tenido mala suerte con estas dos lesiones».

«No pienso cambiar»

Sí admite que le puede perjudicar su forma de jugar. Al no soltar el balón rápido y protegerlo con su cuerpo, recibe muchas entradas de los defensas, pero no quiere cambiar: «Me gusta tener el balón, lo pido en todos los momentos y cuando lo tengo lo mantengo hasta elegir la mejor opción. Igual conduzco demasiado y sí es verdad que me gusta el contacto, meter el cuerpo, y al final te dan. Son acciones del fútbol y tampoco las voy a esquivar. Muchas veces me dan e intento seguir, no me tiro al suelo, y cada vez te dan más fuerte, pero sin más. Así es el fútbol y no me gustaría cambiar mi forma de jugar. Me encuentro a gusto y así seguiré».

Dentro de su deseo de reaparecer cuanto antes, Zurutuza acudió en el día de fiesta de ayer a Zubieta a entrenarse: «Me he visto bien, es el primer día que hago un trabajo específico y me he encontrado bastante seguro con el aductor. He tocado el balón, he hecho pases, tiros, un poco de todo y pienso entrenarme mañana -por hoy- con el grupo normal para coger ritmo. Tenemos sesión doble y a la mañana en el gimnasio igual no cargaré demasiado, pero lo demás lo haré con el grupo. De cara al domingo me tengo que ver bien, coger ritmo y sentirme a gusto y si el mister confía en mí, yo le trasmitiré cómo estoy y, a partir de ahí, decidirá». Y como Zurutuza le diga que está para jugar, Lasarte seguramente no querrá esperar y será titular.

Sobre la marcha del equipo, Zurutuza destaca que «en casa estamos ganando y para mí eso es vital. Si luego empatas fuera... El último partido fue bastante desastre, pero hay que tomarlo como un punto más y, si ganas en casa, vale mucho ese empate. Hay que ir sumando porque los demás también pierden y empatan. Si ganamos en casa, fuera algo ya sacaremos. Estamos arriba y hay que seguir como sea enganchados. Tenemos que pelear a tope cada partido, darlo todo como si fuera el último».