Russell Crowe cumplió su deseo en esta película del pasado año de trabajar con su compatriota John Polson, un realizador australiano que en Hollywood ha hecho «El escondite», un thriller de suspense protagonizado por Robert de Niro y Dakota Fanning. Este otro thriller titulado de forma un tanto incomprensible «Tenderness», porque de tierno no tiene nada, es todavía más extraño, ya que presenta a personajes perturbados dentro de unos ambientes muy grises y deprimentes.

Toca el tema de los criminales menores de edad, los cuales suelen cumplir una condena muy reducida, aunque se trate de potenciales psicópatas que, una vez de nuevo en la calle, pueden volver a matar. Es el caso del amenazante protagonista de «Tenderness», que es puesto en libertad con 18 años, si bien hay un policía veterano que le sigue los pasos porque no se fía de él, ya que alberga la teoría de que el chico disfruta en la intimidad del momento en que las víctimas expiran su último aliento. La intriga se complica porque el precoz asesino tiene una admiradora, una adolescente con graves problemas psicológicos por los abusos que ha sufrido en su casa. La película está basada en una novela de Robert Cormier, cuyo guión escrito por Emil Stern dosifica la información al espectador para crear inquietud e incertidumbre, objetivo que al final no es del todo conseguido por culpa de un desenlace escasamente convincente.