CRÓNICA I Desde el aeropuesto de Lanzarote
«El Gobierno español tiene que asumir su responsabilidad en Sahara»
Aminatu HAIDAR I Activista saharaui de derechos humanos
Aminatu Haidar es una reconocida activista saharaui. A su regreso de Estados Unidos, donde recibió el Premio Coraje Civil de la Fundación Train por su labor en la defensa de los derechos humanos de los saharauis, fue deportada desde El Aaiún a Lanzarote.
Martxelo DÍAZ I
Pese a los días que lleva en huelga de hambre –hoy cumple su séptimo día–, la activista saharaui Aminatu Haidar hace un esfuerzo para contestar a las preguntas de GARA desde la alfombra en la que lleva a cabo su protesta en el aeropuerto de Arrecife.
En estos momentos, se encuentra en huelga de hambre en el aeropuerto lanzaroteño de Arrecife tras padecer la deportación marroquí.
Pese a los días que lleva en huelga de hambre –hoy cumple su séptimo día–, la activista saharaui Aminatu Haidar hace un esfuerzo para contestar a las preguntas de GARA desde la alfombra en la que lleva a cabo su protesta en el aeropuerto de Arrecife.
En estos momentos, se encuentra en huelga de hambre en el aeropuerto lanzaroteño de Arrecife tras padecer la deportación marroquí.
Sí, he padecido una deportación forzosa por parte del Gobierno marroquí, pero esta protesta también está dirigida contra el Gobierno español, que mantiene una actitud inaceptable ante una conculcación evidente de derechos humanos. El Gobierno español forma parte de este complot. Protesto contra el Gobierno español y estoy en huelga de hambre para que Madrid revise su decisión y me permita regresar a mi hogar, a Sahara Occidental. Del mismo modo que colaboró en mi expulsión y mi entrada en el Estado español, ahora tiene que solucionar esta situación permitiendo mi regreso a casa.
Hoy –por ayer–, Miguel Ángel Moratinos, ministro español de Exteriores, y el
príncipe Felipe de Borbón se encuentran en Rabat para inaugurar una sede del instituto Cervantes. ¿Cree que esta visita puede contribuir a encontrar una solución para su situación?
No lo sé. Espero que Moratinos haga algo para salvar esta situación y para salvar la crisis política en la que se encuentra el Estado español y modifique la política española respecto a Sahara Occidental.
¿Cómo se siente de fuerza para seguir adelante con la huelga de hambre?
Sí, tengo fuerzas. Tengo muchos problemas de salud, pero moralmente estoy bien. Lo que verdaderamente me da fuerza y energía es la solidaridad, la reacción que se ha producido no sólo en España, sino a nivel internacional. Esto es lo que me da fuerzas, saber que no estoy sola ni aislada.
¿Es importante constatar este nivel de solidaridad?
Es fundamental. Ha sido muy destacada la reacción de los medios, que están cubriendo día tras día lo que sucede en este aeropuerto. Me han ayudado de una manera muy eficaz a transmitir mi mensaje a todos los pueblos del Estado español. No tengo ninguna duda de su solidaridad porque no es algo reciente. Los pueblos del Estado español han apoyado históricamente la causa del pueblo saharaui. Nos han mostrado siempre su solidaridad a un nivel muy alto, han defendido la causa del pueblo saharaui. Yo soy una ciudadana saharaui que defiende esta causa, el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
Hay una gran diferencia entre la solidaridad que muestran los ciudadanos del Estado español y la posición que mantiene el Gobierno.
La solidaridad que nos muestran los ciudadanos no tiene nada que ver con la postura que adopta el Gobierno español oficialmente. Ha llegado el momento de que el Gobierno español asuma la responsabilidad jurídica, histórica y moral hacia el pueblo saharaui. Ya es hora de que el Gobierno español reconozca el derecho inalienable y legítimo que el pueblo saharaui tiene a la autodeterminación. Pero, sobre todo, es el momento de que el Gobierno español acabe con el silencio que mantiene respecto a la violación de los derechos humanos que comete Marruecos contra la población saharaui en los territorios ocupados.
¿Cómo definiría su lucha?
Mi lucha es para defender el derecho a existir que tiene el pueblo saharaui. No es un derecho individual, sino colectivo, que corresponde a todo un pueblo, al pueblo saharaui, que lucha por su libertad y por su dignidad. Es algo tan básico como el respeto a los derechos humanos.