Derrota en Illunbe de Lagun Aro GBC
La venganza dorada de Porfi Fisac
El 14-25 del primer cuarto fue una losa demasiado pesada para los de Laso, que echaron en falta los puntos de Ignerski y Barbour.
LAGUN ARO GBC 71
VALLADOLID 74
Arnaitz GORRITI
Las posibilidades coperas quedan un poco más lejos tras este inesperado traspié en la primera jornada de la «semana de baloncesto» que vivirá el Donostia 2016 Arena de Illunbe, después de caer con toda justicia ante el Valladolid del ex técnico donostiarra Porfirio Fisac. El de Villanueva de la Serena, que recibió la insignia de oro del cuadro donostiarra, pudo saborear una «dorada venganza» ante su ex equipo. Otro ex de Gipuzkoa Basket, Isaac López, no tuvo su mejor día de cara al aro, pero contribuyó en el triunfo visitante con sus rebotes.
Y es que con lo limitado que es el cuadro vallisoletano, de la mano de Fisac es un peligro en casi todas las canchas. Ayer los castellanos le «pintaron la cara» a los de Laso gracias a un arranque demoledor, en el que sacaron los colores al conjunto donostiarra, especialmente en defensa. El 14-25 del final del primer cuarto habla por sí solo y, obviamente, condicionó el resto del choque.
Los de Laso tuvieron que nadar contra corriente durante los 30 minutos restantes, y aunque llegaron a empatar el partido en el segundo cuarto, 30-30, y en el tercero, 41-41, los de Fisac siempre hallaron alguna respuesta para mantenerse arriba y volver a abrir brecha en el luminoso. Mientras, el cuadro local siempre fue a remolque y aunque jamás le perdió la cara al duelo, el esfuerzo se le hizo demasiado pesado en el tramo final.
Sin Barbour ni Ignerski
Aunque hubo cuatro jugadores que firmaron diez puntos o más -Panko 18, Doblas 12, Detrick 11 y Miralles 10-, se echó mucho de menos a los lugartenientes de Panko; esto es, Barbour e Ignerski anduvieron muy por debajo de sus números.
Mientras el ala-pívot polaco promedia 11 puntos, ayer se conformó con seis; más grave fue el caso de Barbour, ya que en los casi 29 minutos que jugó sólo anotó tres puntos, lejos de los 12 tantos que promedia. La ausencia anotadora de piezas tan importantes en el entramado de Laso hizo que otros tomasen mayores responsabilidades, pero su labor no fue suficiente.
Y no fue suficiente porque el Valladolid jugó mejor, sencillamente. Perdió menos balones, y aunque falló hasta 14 tiros libres, lo compensó con su acierto en el lanzamiento triple.