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«`Sesión #2' lo hemos hecho por nosotros mismos, porque nos apetecía»

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Jesús Jiménez Jimmy

Guitarrista de Soziedad Alkoholika

Soziedad Alkoholika nació como un huracán. Nunca antes en Euskal Herria una banda se había atrevido a sonar tan contundente. “Sesión #2” es la reencarnación del primer disco que los puso en circulación en 1991. Los problemas que rodearon su grabación no dejaron satisfecho al grupo. Toca redimirse y disfrutar.

Izkander FERNANDEZ | BILBO

Referencia imprescindible entre los sonidos más contundentes del cambio de siglo, los gasteiztarras S.A. debutaron con la demo «Intoxikazión Etílica» en 1990 y, tras casi dos décadas de carretera, nos hablan ahora de su reciente nuevo álbum.

¿Cuáles son las razones por las que han decidido regrabar su primer disco?

No nos quedamos a gusto con aquella grabación. Hay entrevistas de la época en las que nosotros ya lo decíamos. Fue todo demasiado rápido e incluso cuando grabamos la maqueta los resultados fueron mejores. Luego, con los años, mejoras y tienes la oportunidad de hacer las cosas mejor. Tocas mejor, conoces mejor el estudio, tienes más medios y, en definitiva, eres capaz de grabar el disco de una forma más efectiva.

¿El contexto no sirve como explicación a todos esos problemas?

No, porque no es el caso de «Highway to Hell» o «Kill `em All» dentro del contexto de sus bandas y su época. El nuestro es un asunto diferente. Las guitarras suenan desafinadas, las voces absurdas y las baterías también mal. Cuando, en los últimos años, hemos tocado temas de este disco, nos hemos sorprendido viendo lo bien que sonaban. De hecho, hay algunos de estos temas que dejamos de tocarlos porque en nuestros inicios no éramos capaces de hacerlo bien.

Además de problemas técnicos, aquel disco también estuvo rodeado de problemas legales y económicos.

Sí, pero eso no ha tenido nada que ver con esto. Aquel sello fue un desastre, nuestra relación con ellos fue muy mala y hoy por hoy no se sabe donde está ni si sigue en marcha. De hecho, mucha gente nos pregunta por el primer disco porque resulta imposible encontrarlo ya que movió mal. A nosotros nos apetecía escuchar las canciones tal y como suenan a día de hoy, nos enteramos que legalmente podíamos hacerlo y lo hicimos.

Pese a todos los problemas, el disco funcionó.

Para nosotros podía haber salido mejor pero es cierto que funcionó.

¿Por qué cree que ocurrió?

Las canciones eran atractivas y nuestras ideas respecto a ellas eran claras. El problema es que a la hora de grabarlas podíamos haberlo hecho mucho mejor. Aunque tampoco descubrimos nada, sonábamos bastante originales aquí y en aquel momento. Mezclábamos hardcore, metal y punk y a la gente le llamó la atención. Simplemente, cuajó, como ocurre con cualquier otro grupo.

Habla de estilo, ¿puede hablar de algunas bandas clave en aquellos primeros días de Soziedad Alkoholika?

Nos gustaba el metal y esencialmente, de fuera. Metallica, SOD, Slayer o Suicidal Tendencies. Bandas alemanas tipo Kreator. Hardcore y crossover. Los propios DRI. Bandas potentes en general.

¿Afrontar una regrabación es similar a afrontar la grabación de un nuevo trabajo?

En líneas generales, el proceso es el mismo. No es fácil porque las canciones existían y no queríamos excedernos con arreglos nuevos. También es cierto que íbamos más preparados al estudio porque las canciones nos las sabíamos de sobra.

¿Logrará el disco llegar a los seguidores que hayan entrado en el sonido del grupo con sus últimos trabajos?

No nos importa demasiado. «Sesión #2» lo hemos hecho por nosotros mismos, porque nos apetecía hacerlo. De todos modos, me imagino que si a la gente le gusta la tralla, le gustará este disco.

Dando la vuelta a la pregunta, ¿y si el disco gusta tanto que la evolución natural de la banda queda en un segundo plano?

Da igual. Porque volveremos a hacer lo que nos apetezca. El grupo está en otro punto, escuchamos otras cosas, tenemos otro nivel a la hora de componer y tocar. Para el siguiente disco volveremos a trabajar en la línea de «Mala Sangre» porque ese es nuestro camino ahora. En caso de que ocurra, en caso de que a la gente le guste más «Sesión 2.0» que «Mala Sangre», estupendo, pero nosotros seguiremos a lo nuestro.

Lo cierto es que la temática de las letras sigue estando vigente y parece que tras 19 años no han cambiado las cosas.

Es cierto, parece que las cosas no cambian mucho con los años. Pero también es verdad que seguramente algunas de las cosas que escribimos, no las escribiríamos de igual forma ahora. Hemos vivido y visto más y eso te ayuda.

¿Cómo vivieron este primer disco los miembros actuales de la banda que no estaban en la formación en aquel momento?

Pirulo dice que él nos escuchaba desde la maqueta. Nos cuenta que eran muchos en Vitoria los que nos seguían y que estaban sorprendidos y agradecidos porque se hiciera algo de tralla por aquí. Está muy feliz de participar y de aportar algo suyo a un disco que ha escuchado e interpretado muchas veces. En general, todos opinamos que ha sido algo muy divertido haber hecho «Sesión 2.0».

Un decálogo para la hecatombe, los cimientos del futuro y el todo en uno de S.A.

Soziedad Alkoholika arrasaron con todo, como un torbellino. Como un terremoto. Ellos, Su Ta Gar o Estigia, entre otros, se convirtieron en la banda sonora de una generación que, musicalmente, ya no le pertenecía al punk englobado dentro de las siglas del RRV. Después de todo, había vida. «Intoxikazion Etilika» corrió por las aulas de los institutos como un reguero de pólvora y para cuando apareció en el mercado el primer larga duración de S.A., los seguidores de los gasteiztarras se contaban por miles. El punto y a parte ya estaba marcado en la historia.

S.A. no inventaban nada a los ojos de los cultos, que por aquella época eran más bien pocos, pero suponían una revolución para una juventud ávida de emociones fuertes. Tras una filosofía anarco punk, las composiciones musicales apuntaban en una dirección menos simplista. En aquella tormenta sónica había metal de connotaciones puramente oscuras, velocidad y cantidades ingentes de rabia y descaro. Obviamente, había descontento, había punk. Pero el hardcore y el metal se daban la mano de una forma sorprendente.

«Sesión#2» era algo necesario por varias razones. La primera, porque los propios protagonistas necesitaban darse una oportunidad para conocer la historia como a ellos les hubiese gustado contarla. Los problemas técnicos lastraron el sonido pero los legales hicieron que un disco que casi todo el mundo ha escuchado alguna vez, sea imposible de encontrar en las tiendas.

Ahora, cuando 2009 vive sus últimos días y ya pasan más de 18 años desde aquel lejano 1991, el disco negro de Soziedad Alkoholika se convierte en el disco blanco. Todo suena mejor, suena en su sitio y, quizá lo que es más importante, podrá adquirirlo quien quiera. «Nos vimos en Berlín», «SHAKTALE», «Perra vida» o «Ciencia Asesina» vuelven a vivir sus segunda juventud y uno de los documentos clave para asentar los cimientos del hardcore y el metal de este país, tiene ahora el soporte que siempre mereció. I. F.

GRABACIÓN

«Las canciones eran atractivas y nuestras ideas respecto a ellas eran claras. El problema es que a la hora de grabarlas podíamos haberlo hecho mucho mejor».

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