La izquierda abertzale aboga por mejorar el transporte a Errekalde
La izquierda abertzale aboga por «un debate sosegado y racional» sobre el problema de transporte que soporta el barrio bilbaino de Errekalde, saliendo de los parámetros en los que discurre la actual discusión: tranvía sí o no. Para los independentistas, antes de impulsar la construcción de la línea 4 del metro o el tren ligero, hay que mejorar los medios que existen.A.G. |
El grupo municipal de la izquierda abertzale en el Consistorio bilbaino estima que se debe evitar convertir la proble- mática del transporte en Errekalde en un «arma arrojadiza» entre fuerzas políticas. Así, defienden que la solución al grave problema de transporte y de conexión con el resto de la capital vizcaina debe ser consecuencia de «un debate racional y sosegado, alejado de los intereses particulares y electoralistas de las formaciones políticas, y que tenga en cuenta la opinión del vecindario».
Cuando la opción de la construcción de un ramal del tranvía entre La Casilla y Errekalde parece descartada por Lakua y desde el propio Ejecutivo López se advierte de que los estudios preliminares sobre la línea del metro entre Moyúa y este barrio podrían no estar hasta dentro de tres años, la izquierda abertzale apuesta por la reflexión.
La previsión del Gobierno de Gasteiz es adjudicar en las próximas semanas la redacción de un estudio informativo preliminar de la línea 4 para determinar, entre otros aspectos, la inversión necesaria, que tardaría en elaborarse un año. Además, está pendiente encargar otro informe acerca del trazado y su impacto ambiental. Lakua también baraja la posibilidad de construir una conexión entre la futura línea 4 y la 3 -de Etxebarri a Deustua- a través de Moyúa, Plaza Euskadi y Deustua, con posterior recorrido por Txorierri hasta el aeropuerto de Loiu y Lezama.
El análisis de la izquierda abertzale parte de la constatación de la ausencia de dinero público para afrontar un proyecto, el del suburbano, que necesitará de 200 millones de euros de inversión inicial y la urgencia que tiene resolver la problemática; se estima que la línea 4 necesitará de 10 años de obras a sumar a los tres de retraso en la ejecución del proyecto.
Tampoco obvian otros inconvenientes, como que un recorrido tan corto entre Moyúa y Errekalde, con paradas en Zabalburu e Irala, generaría un gasto de mantenimiento elevado, «que podría conllevar el incremento del precio del billete».
La otra opción, por la que se inclina el PNV, es gastar 7,4 millones de euros en el ramal del tranvía, que tardaría dos años en ejecutarse. Su «punto flaco», apuntan, es el trazado por la calle Gordoniz, que genera un importante rechazo vecinal. Una alternativa a ese recorrido sería fijar el trazado del tren ligero por la calle que se cree tras los trabajos de soterramiento de la línea de Feve.
En plena crisis económica, la apuesta independentista es por la mejora de los medios de transporte actuales: dos líneas de tren y los autobuses de Bilbobus. «El problema radica en la falta de coordinación entre los operadores, la ausencia de una tarifa única y la no existencia de carril bus. ¿No sería -se preguntan- más barato, eficaz y rápido solventar estos problemas?». Inciden en que la línea de Renfe tiene conexión cada 5 minutos con Abando y San Mamés, donde hay la posibilidad de transbordo al metropolitano. Además, la línea de Feve permite la conexión con Bailen y Zorrotza cada 12 y 30 minutos. Ambas estaciones, las de Renfe y Feve, están a escasos 5 minutos del centro de Errekalde.
Autobuses lanzadera
La izquierda abertzale cree que es «viable» contar con autobuses lanzadera que unan de forma directa Errekalde y el resto de barrios periféricos con la estación del suburbano de Areilza -en Indautxu-, así como con las paradas de Renfe y Feve, en Ametzola. De este modo, subrayan, se resolvería la frecuencia actual de las líneas de Bilbobus, «casi media hora para llegar al centro» de la villa.
Otra solución, añaden, es la puesta en marcha del billete único, «una única tarifa para todos los viajes que se realizan dentro de la ciudad independientemente del número de transportes que se empleen».
Tras plantear los ejes por los que pudiera discurrir el debate, el grupo municipal insiste en la vigencia de su propuesta, a pesar de las informaciones que periódicamente se transmiten desde Transportes de Lakua. «El perjudicado de toda esta pelea partidista va a ser el barrio de Errekalde. Y como consecuencia de ello -manifiestan- es más que probable que, al final, Errekalde se quede sin metro, sin tranvía y sin mejora alguna en las líneas de autobuses».