Richard Wright gana el Turner con su imponente muro dorado
El creador Richard Wright ha logrado el premio Turner, que concede el grupo de galerías Tate, con un imponente mural ejecutado con pan de oro que forma delicadas filigranas entre barrocas y abstractas. Con 49 años, es el artista con más edad en obtener el galardón, el más relevante de arte contemporáneo en Gran Bretaña, que desde 1984 se entrega a artistas británicos de menos de 50 años. La ceremonia tuvo lugar el lunes por la noche.
GARA | LONDRES
El premio más importante de arte moderno de Gran Bretaña fue otorgado el lunes a Richard Wright, por su imponente obra mural, cuya última expresión es un bello «fresco» ejecutado con pan de oro sobre fondo blanco.
Los finalistas fueron seleccionados por sus trabajos más destacados del último año. Además, tuvieron que componer una pieza especialmente para una exposición de la Tate, el grupo de galerías que concede el preciado galardón.
El jurado, formado entre otros por el crítico de arte Jonathan Jones y la periodista Mariella Frostrup, valoró la «originalidad y belleza» de la obra de Wright, un bonito aunque nada controvertido mural con un diseño adamascado.
El premio está dotado con un total de 40.000 libras (44.300 euros), de las que 25.000 son para el ganador y el resto se reparten entre los tres finalistas. El Turner se caracteriza por obras polémicas, como los animales en formol de Damien Hirst o la habitación con luces que se encendían y apagaban de Martin Creed.
Una concurrida gala
Richard Wright vive y trabaja en la ciudad escocesa de Glasgow y elabora murales especialmente para cada espacio, para que luego sean destruidos. Recogió el premio de la mano de la poetisa Carol Ann Duffy, en una concurrida ceremonia celebrada en la galería Tate Britain de Londres.
«Muchas gracias. Justo cuando pensaba que me podía relajar, ocurre esto», bromeó el galardonado, quien añadió: «No tengo nada solemne que decir, sólo gracias, eso es todo».
Nominado por sus recientes exposiciones en la Galería Ingleby de Edimburgo (Escocia) y en 55th Carnegie International de Pittsburgh (EEUU), batió a otros tres finalistas. Uno de ellos era Enrico David, que optaba con obras como «Absuction Cardigan», una nueva instalación de pinturas, collages y esculturas que incluyen a dos hombres-huevo en papier mâché con patas que descansan en arcos como los de una mecedora. Había sido seleccionado por dos exposiciones: «Do You Love Dzzzt by Mammy», del Museo de Arte Contemporáneo de Basilea (Suiza), de la que proceden los citados hombres-huevo, y «Bulbous Marauder», del Museo de Arte de Seattle (EEUU).
Lucy Skaer, nominada por sus exposiciones de la galería Fruitmarket, de Edimburgo (Escocia), y la creación «A Boat used as a Vessel», en la Kunstalle de Basilea, presentó para la Tate su nueva instalación «Thames and Hudson», título que hace referencia tanto a los nombres ingleses de esos dos ríos como a la editorial de igual nombre, especializada en libros de arte.
También exhibió su «Leviathan Edge», un enorme cráneo de ballena visible a través de varias aberturas en una pared, y una serie de 26 esculturas hechas de polvo de carbón, inspiradas en la obra de Constantin Brancusi «Pájaro en Espacio».
Favorito
El cuarto finalista del Turner, y que partía como favorito de las casas de apuestas, era Roger Hiorns, que presentó para Tate, entre otras cosas, una instalación sobre el suelo de la galería en la que ha utilizado el polvo negro de un motor de aviación atomizado, o esculturas blancas de aspecto informe que cuelgan en la pared y que el artista ha elaborado a base de una mezcla de poliestireno y seso de animal bovino.
El jurado valoró la originalidad y belleza de la obra mural, que al contrario de lo que suele ocurrir en este premio, no fue nada controvertida.