Después de años trabajando en Madrid, el cineasta uruguayo Álvaro Brechner ha conseguido realizar una película en su país, con la que ha viajado al Festival de Cannes y se ha consagrado internacionalmente. Antes había realizado el documental futbolístico sobre la afición más sufridora, «Papá, ¿por qué somos del Atleti?», junto con los multipremiados cortometrajes «Trece kilómetros bajo la lluvia», «Sofía» y «Segundo aniversario». Para su puesta de largo ha hecho realidad el sueño de adaptar libremente el cuento de su compatriota Juan Carlos Onetti «El gran Orsini», un proyecto en el que se ha implicado de lleno el actor, medio catalán medio escocés, Gary Piquer. Es el protagonista absoluto de la película y ha colaborado en la escritura del guión, dando a Orsini esa imagen de príncipe destronado, de farsante que pretende crear ilusión en un mundo lleno de miseria y fracaso.

El Príncipe Orsini es un empresario de espectáculos de mala muerte que viaja por América del Sur tratando de embaucar a los más ignorantes. Su última adquisición es un forzudo de la antigua RDA, al que anuncia como campeón de las Spartakiadas. En realidad, es un completo fraude, ya que los combates que disputa por los pueblos están amañados. Orsini desafía al más fuerte del lugar por una bolsa de mil dólares, que nunca llega a depositar en el banco local, prefiriendo llegar a un acuerdo para que el aspirante de turno se deje ganar.

La cosa más o menos va funcionando hasta que se topa con Adriana, una mujer de fuerte carácter interpretada por Antonella Costa, la cual no está dispuesta a dejarse engañar. Quiere que su novio venza al luchador de la Alemania del Este para así costearse los planes de boda, por lo que con ella no caben los tratos ni las trampas.