La última sesión
«Cinéclub »
M.I. |
Salomón Shang ha escrito una carta a los medios en la que denuncia cómo la Generalitat de Catalunya y la Televisión catalana le han negado la subvención, cuando en el 2009 se han llegado incluso a conceder ayudas oficiales a películas que ni siquiera habían sido rodadas originalmente en catalán, escándalo recientemente destapado por el realizador de «Soy un pelele». Acusa a los responsables de esas concesiones de ser unos gerentes que únicamente miran las estadísticas con relación al número de espectadores, sin tener en cuenta criterios artísticos.
«Cinéclub» se ha visto perjudicada por ser una película pequeña, de las que se distribuyen con muy pocas copias y difícilmente llegan a estrenarse en provincias. Tampoco se ha tenido en consideración la trayectoria previa del cineasta, quien siempre ha apostado por el riesgo en títulos minoritarios como «Carl Gustav Jung», «La zona Tarkovsky» o «Reencarnación». Lo que refleja Shang en «Cinéclub» es la agonía de las salas de cine en VOS, mostrando a los últimos espectadores, a la última taquillera y al último proyeccionista. El revés sufrido no va a desanimar a este francotirador, que ya tiene pendientes de estreno dos nuevos proyectos: «El asesino a sueldo» y «La leyenda del innombrable».