Los problemas «identitarios» del Gobierno de Nafarroa no permiten que, tras el apagón analógico en el herrialde, los ciudadanos navarros puedan ver los canales de ETB por TDT. Hasta abril no se sabrá si esos problemas se resuelven con un convenio de financiación al que UPN es reacio o, sencillamente, cuando el apagón analógico sea total, también lo será el apagón del euskara en televisión en Nafarroa. Casi total, pues en uno de los 28 canales de TDT es posible escuchar por unos minutos la lengua vasca.

Por supuesto, los gobernantes navarros jamás reconocerán la discriminación a que someten a gran parte de la población, pero ese reconocimiento resulta innecesario ante la evidencia de que son capaces no sólo de no molestarse ni en disimular, sino además de llevar la discriminación a cotas notables de imposición e irracionalidad, como es privar a 120.000 telespectadores de su opción televisiva. Lo negarán, seguirán negando que en Nafarroa hay ciudadanos considerados de segunda, por motivos políticos o simplemente por causa de la lengua que hablan, aunque ésta sea precisamente la conocida desde hace siglos como lingua navarrorum, pero no pueden disimular que esa negación es un insulto. Y que esos minutos en los que en uno de esos 28 canales se puede escuchar la lengua de los navarros son un escarnio.