Un juzgado de instrucción de Tutera confirmó ayer que el caso de supuesta corrupción en el Ayuntamiento de Cintruénigo será juzgado por un tribunal popular y con un único acusado. Se trata de un técnico -el ex secretario municipal José María González Sesma-, ya que todos los políticos han sido exculpados, y eso que UPN y PSN acusaron mutuamente a sus respectivos alcaldes en la última década de haber puesto en marcha una contabilidad irregular, la llamada «caja B».

El auto difundido ayer advierte indicios de que, entre 2002 y 2007, el secretario «procedió a desviar de su legítimo destino una cantidad de 27.235 euros, que no ingresó en la cuenta que el Ayuntamiento tenía abierta, sino en una caja fuerte, también conocida como `caja B'». Por ello, se le imputa un posible delito de «malversación de caudales públicos».

Desde UPN se llegó a insinuar que esta contabilidad irregular había sido organizada por Carlos Chivite -líder del PSN fallecido en 2007- en los tiempos en que fue alcalde de la localidad. Y desde este partido, por contra, se responsabilizó a dirigentes de UPN como Faustino León, que le sucedió en el cargo y que ahora es parlamentario.

Tras estos primeros rifirrafes, cuando la bola del escándalo comenzó a engordar los dos partidos decidieron ir moderando sus discursos y restando importancia a la cuestión, y posteriormente los tribunales determinaron, en fase de instrucción, que sólo debía ser juzgado el secretario municipal.

«Se encubren mutuamente»

La izquierda abertzale impulsó la acusación en este caso a través de una querella contra León y González Sesma. Ayer detalló que aunque esta vía fue cerrada por el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa, «iniciamos la tramitación necesaria para personarnos como acusación particular, con el objetivo de evitar que el caso se cierre en falso».

Tras las decisiones judiciales producidas, la izquierda abertzale denuncia que UPN y PSN «han tratado de encubrirse mutuamente», habla además de «una Justicia pusilánime y sumisa al poder imperante» y critica también «la falta de compromiso político de la izquierda para poner fin a cualquier tipo de corruptela». Tras ello, hace un llamamiento «al compromiso colectivo para superar las barreras que levanta el poder».