No cabe duda de que Catalunya ha dado una muestra enorme de iniciativa y acción social al haber conseguido que 200.000 personas acudieran a las urnas a dar su voto. A pesar de que no tenga efectos jurídicos, creo que tendrá, y tiene ya, un efecto social y político importante, no sólo porque la gran mayoría ha manifestado estar a favor de la independencia, que esto por sí mismo es ya de gran relevancia, sino sobre todo porque una vez más vemos que la organización social de miles de voluntarios y sobre todo la participación ciudadana haciendo uso de su derecho de decisión y autodeterminación, han demostrado al Estado español que son muchos los que quieren hablar y decir, opinar y decidir su futuro político. Les guste o no a los políticos es algo que se va a tener que dar en Cataluña, en el País Vasco y donde haga falta, porque son precisamente las imposiciones y la gran lista de conculcación de derechos los que están despertando conciencias sociales y consiguiendo que la gente empiece a reaccionar y a organizarse para poder hacer frente a todas las malas gestiones de los políticos.

Es una pena ver que esos políticos que dicen representarnos no son capaces de solucionar los problemas que nos afectan, sino todo lo contrario: han conseguido que no sólo aumenten los problemas, sino que además otros que ya existían se intensifiquen. Todo esto lo vemos día a día con la crisis económica, la contaminación, las guerras, la miseria, la falta de medicina y atención médica mínima en los países pobres, la fabricación y venta de armas, el narcotráfico, la delincuencia e inseguridad social, la corrupción política, y podemos citar muchos otros problemas que están demostrando la mediocre y nula acción de aquellos políticos que no merecen ser para nada nuestros representantes.

Por eso mismo, merece nuestro respeto y reconocimiento este importante acontecimiento en Catalunya, porque es una llamada de atención a todos los políticos y partidos acerca de lo que debería ser una democracia, porque es el pueblo quien debe decidir. Es una invitación y un ejemplo a seguir para todos los ciudadanos que estamos descontentos de cómo se administra y gestiona la política. Deberíamos recapacitar y aprender la lección de que si realmente nos organizamos y tenemos nuestras propias iniciativas, podremos no solamente avanzar, sino también comenzar a solucionar muchos de los problemas que nos afectan.

Y en esta labor de socializar los problemas y trabajar el tema de consulta popular, es importante que no nos perdamos en discursos ni muy intelectuales ni muy políticos, que intentemos esforzarnos por discursos más humanos que lleguen a toda la sociedad, fortalecer y crear el liderazgo juvenil y seguir despertando conciencias sociales y políticas para que podamos juntos organizarnos y seguir sumando fuerzas de donde surjan diferentes iniciativas sociales y populares que obliguen a los políticos a actuar lo más honesta y productivamente en cada una de sus responsabilidades políticas.