El Hospital Txagorritxu inauguró ayer dos nuevas instalaciones para la investigación: un laboratorio con equipamiento de última generación y un nodo del Biobanco para la Investigación, que incluye tres bancos específicos: un banco de ADN depositario de sangre y sueros, uno de tejidos tumorales y otro de cerebros. Este último es el primer banco vasco de sus características, y está dotado con un sistema de tele-patología que permite a los investigadores de otros hospitales observar la imagen de una muestra biológica a distancia, desde otras ciudades.

En este banco de neurociencias se van a guardar cerebros de pacientes fallecidos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa por encefalopatías espongiformes transmisibles humanas, conocidas como «mal de las vacas locas».

Asimismo, puede ceder muestras a la comunidad investigadora, incluso internacional, siempre que cuente con el consentimiento de la persona donante o de sus representantes. También dispone de un área de crioconservación, otra para extracción de ADN y una sala para el cultivo de células.

El gerente de Txagorritxu, Paco Villar, afirmó que desde hace una década este centro es una «referencia» vasca en el estudio de las encefalopatías espongiformes transmisibles humanas. Además, dijo que Araba acogerá en el futuro un Instituto de Investigación Sanitaria basado en la actividad investigadora de Txagorritxu y Santiago.