Revuelta de los por lo general bien pagados funcionarios de la Unión
GARA |
Los gritos que reclaman un 3,7% de subida salarial resuenan en la sede del Consejo de la UE: los funcionarios de las instituciones comunitarias reconocen sus buenos sala- rios pero rechazan hacer sacrificios en nombre de la crisis.
«Cobro bien», reconoce Licinia Dias, una secretaria del Consejo que cobra 4.000 euros netos al mes. «Pero no dejé el sol de Portugal para venir a Bruselas porque sí. Puedo estar muy interesada en la causa europea, pero no hasta ese punto», añade.
Como ella, cientos de funcionaros y contratados realizaron ayer un paro de tres horas.
La Comisión de Bruselas propone un alza salarial mecánica del 3,7% para los 44.500 funciona- rios de la Comisión, el Consejo y el Parlamento de Bruselas.
La revalorización es calculada por la evolución salarial en ocho estados durante el año anterior, así como sobre el coste de la vida en Bruselas.
Fabien Durand, representante a tiempo completo del sindicato Renovación y Democracia, cobra 9.000 euros netos al mes. «Es verdad que estamos ante una crisis económica severa. Pero es gracias a las instituciones europeas que hemos podido evitar lo peor. Sin función pública europea, no habría reformas. No es una cuestión salarial, sino una inversión para el futuro», sostiene.
También hay clases
Justo es decir que entre los demandantes los hay menos cargados de dinero y, por tanto, cargados con más razones.
Tras una reforma en 2004, los recién llegados están sometidos a un régimen salarial mucho menos generoso. Un contratado en Bruselas puede comenzar cobrando 1.500 euros netos al mes.
Pero todo depende de con quién te compares. Hay funcionarios que denuncian que los agentes en las embajadas disfrutan de coche oficial, o que los consultores exteriores en Bruselas cobran 800 euros al día. Eso sin contar a los políticos.