La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró ayer que las consultas sobre la independencia en Catalunya se deben a «la política desacertada» del Gobierno español y de la Generalitat y añadió que su partido no habría «mirado hacia otro lado» como, según dijo, han hecho José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla, sino que habría sido «más explícito en la defensa de la legalidad».

En una rueda de prensa en la sede central del PP, De Cospedal indicó que es «muy grave que se esté tolerando en España una campaña de legiti- mación del independentismo mientras Zapatero y Montilla actúan con pasividad y miran para otro lado».

En cualquier caso, se felicitó de que «siete de cada diez catalanes hayan renunciado a participar en estas consultas, lo que constituye una lectura positiva de lo ocurrido este fin de semana».

El PSC, la formación a la que pertenece el president de la Generalitat, José Montilla, destacó que las consultas «no ayudan al nuevo Estatut porque el PP ya está tratando de usarlas para ir en contra de Catalunya», según destacó su secretario de Organización, José Zaragoza. «Sólo han servido para constatar que los independentistas son pocos», añadió.

«La auténtica batalla política es el Estatut», pendiente de sentencia del Tribunal Constitucional español desde hace más de tres años, «por lo que es el momento de la unidad social y política en defensa de esta ley», aseguró Zaragoza.

ICV, socio del tripartit que gobierna la Generalitat, señaló que es «un error garrafal considerar insignificante la participación en las consultas».

Sin embargo, el candidato de ICV a la Generalitat, Joan Herrera, opinó que «hoy en Catalunya hay consenso en que se debe respetar la dignidad del país; consenso en torno a un instrumento como el Estatut, y consenso en que queremos ir más allá en materia de autogobierno».

ERC: «Más independentismo»

El secretario de Política Municipal de la tercera pata del tripartit que gobierna la Generalitat, ERC, Marc Sanglas, destacó que «el sentimiento independentista avanza, con paso tranquilo, haciendo un ejercicio de democracia y demostrando que en las urnas se puede hacer cualquier pregunta».

Junto a ello, Sanglas señaló que en los municipios que gobierna ERC, la participación fue superior a la media. «Esto demuestra que nuestra presencia en los ayuntamientos no sirve sólo para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, sino también para conseguir mayores cotas de conciencia nacional».

Por ello, de cara a las consultas convocadas el 28 de febrero y el 25 de abril, hizo un llamamiento a «trabajar codo con codo con la sociedad civil organizada y los electos locales para que las siguientes consultas sean aún más exitosas».

Desde los partidos que se encuentran en la oposición en Catalunya, el secretario general de CDC, Artur Mas, expresó sus profundas reservas en torno a la idea de convocar un referéndum de autodeterminación en Catalunya e hizo un llamamiento a agrupar fuerzas alrededor de la Casa Gran del Catalanisme, una plataforma creada en torno a CiU. Junto a ello, destacó que la crisis económica es «el asunto más urgente» actualmente.

Mas señaló que aunque para CiU el Estatut «no es la estación final del trayecto del autogobierno», añadió que el derecho a decidir «se debe aplicar en aquellos temas que más unen a la sociedad catalana y, en este momento, la independencia no lo es».

El secretario general de su socio, UDC, Josep María Pelegrí, coincidió al señalar que un referéndum de autodeterminación a nivel de Catalunya «podría fraccionar la sociedad catalana». «Ni CDC ni CiU somos independentistas», dijo.