Mikel Labaka marcó el sábado en Castellón en su partido 150 con la Real el gol de la victoria, el tercero de los centrales en los dos últimos partidos. Jon Ansotegi había logrado dos en el derbi del Real Unión, en el que además el central azpeitiarra originó el 1-0 con un gran pase. Los centrales también tienen mucha responsabilidad de los pocos goles que encaja la Real, que no ha recibido ninguno en 8 de los 16 partidos de Liga.

Pero en el día de descanso de ayer, Labaka señaló a GARA que «no encajar muchos goles es mérito de todo el equipo, que está defendiendo con intensidad y trabajando bien en defensa y en ataque. Todo es consecuencia de algo y los defensas nos sentimos mucho más cómodos cuando todo el equipo está implicado en las tareas defensivas».

Recuerda que «si no encajas ningún gol tienes asegurado por lo menos un punto y, tal como estamos líderes en la clasificación, a nada que metes un gol te da más confianza y seguridad. Tienes más esperanzas de que con un gol te vale para sacar los tres puntos. No siempre será así, pero hasta ahora todo el mundo se implica a la hora de atacar y, cuando metemos un gol, se implica igual en defensa con la confianza que da saber que no encajamos muchos, salvo algún partido. Los balances defensivos y ofensivos son buenos».

También han aportado goles los centrales en los últimos dos partidos: «Eso es importante para cualquier equipo. Si queremos ascender, todos debemos aportar todo lo que podamos y aún así nos va a costar. Porque hasta ahora las cosas van bien, pero no hemos jugado ni la mitad del campeonato y tenemos claro que aún no hemos logrado nada».

Casi treinta partidos por año

Al mirar atrás comenta que «si me dicen cuando empecé que iba a llegar a 150 partidos ni me lo creo. Te conformas con jugar un partido y he tenido la suerte de llegar a esa cifra y espero seguir aumentándola». Su mayor mérito es alcanzarla en sólo cinco años -debutó el 24 de octubre del 2004 ante el Mallorca-, y con ocho entrenadores: Amorrortu, Arkonada, Bakero, Lotina, Coleman, Eizmendi, Lillo y Lasarte. Ha tenido que convencer a muchos técnicos y superar a unos cuantos centrales para jugar.

«Desgraciadamente hemos tenido demasiados entrenadores y, como otros jugadores, cuentas más o menos con cada uno, pero no me puedo quejar. Al final, con unos un poco más y con otros un poco menos, todos me han dado la oportunidad y les estoy agradecido porque si no confían en ti es imposible jugar tanto».

El mérito de llegar a una cantidad tan alta es mayor porque casi todos son como titular y no debutó hasta los 24 años con el primer equipo porque tuvo que ir cedido el año del subcampeonato al Real Unión (2002-03), con el que jugó 35 partidos y casi ascendió a Segunda, y en el de la Champions (2003-04) al Ciudad de Murcia en Segunda, donde disputó 26 partidos a pesar del hándicap de una grave lesión, la única importante de su carrera, y la destitución de su valedor, Lillo.

Campeón estatal en juveniles con la Real dos años seguidos, tardó mucho en debutar, pero recuerda que «nunca me obsesioné con llegar. Tanto en el Sanse como en el Real Unión y en Murcia pensaba sólo en hacer bien el trabajo. He tenido la suerte de llegar a la Real, alcanzar la cifra de 150 y espero seguir jugando en este equipo partidos en Primera».

Partido muy importante

Para ello, el azpeitiarra considera muy importante el duelo del domingo contra el Betis: «Jugamos contra el tercer clasificado, un Betis que casi seguro al final estará arriba. En casa estamos sacando los puntos de tres en tres y, aunque no sea nada definitivo ahora, llegar al parón de Navidades después de ganar a un rival directo como el Betis moralmente sería importante. No va a asegurar nada, pero anímicamente nos reforzaría aún más».

Es el rival de más calidad de Segunda y a él le tocará enfrentarse con un delantero como Sergio García que ha sido internacional hasta hace poco: «Si no es el mejor, es uno de los mejores equipos de Segunda. Todo el mundo habla de que le cuesta, pero ya va tercero y eso quiere decir mucho. Todos esperaban que después de bajar iba a andar sobrado y eso demuestra que en Segunda a todos nos cuesta ganar. Al Betis también, pero va tercero, es un gran equipo y seguro que será difícil superarle», advierte.