Este fin de semana las presas políticas vascas encarceladas en la prisión de Brieva, en Ávila, han cumplido su cuarta semana sin vis a vis debido a los cacheos que los carceleros pretenden someter a los familiares y compañeros que se desplazan hasta allí con la intención de visitarlas.

Todas las ciudadanas vascas que se encuentran encarceladas en esta cárcel se han negado a que sus familiares y compañeros pasen por estos cacheos que se quieren implantar en todas las cár- celes españolas contra los familiares y amigos. Por este motivo, son ellas las que no acuden a los locutorios donde se desarrollan las visitas. Además de esta protesta, llevan ya un mes realizando encerronas de martes a viernes.

Estas presas han alertado de que esta lucha la llevarán adelante de manera indefinida, hasta que cese la imposición de los cacheos.

En Aranjuez, en lucha

Al igual que en Brieva, los presos encarcelados en la madrileña cárcel de Aranjuez también han iniciado un «chapeo» indefindo contra el trato que los carceleros pretenden someter a sus familiares.

Ayer fueron la hermana y un tío del preso político vasco Igor García los que tuvieron que volver a casa sin visitarle, y recordaron a GARA que ya llevan dos meses sin vis a vis.

Los dos familiares vascos fueron separados del grupo, que a esa hora tenía vis a vis, y los carceleros les obligaron a meterse en una habitación contigua para realizarles el cacheo. Ambos se negaron ello, por lo que no pudieron ver al preso.

Cabe recordar que los familiares de Arkaitz Landaberea y Jon Anda, presos políticos vascos que se encuentran también en Aranjuez, han sido sancionados tras negarse a ser cacheados a la entrada de un vis a vis. En este caso, a los allegados se les ha impuesto la prohibición de entrada durante los próximos dos meses, según los partes que recibieron los presos el pasado viernes.