Ahmadineyad viaja a Asia central para romper el cerco internacional
Un viaje a Tayikistán y a Turkmenistán, donde tiene previsto firmar varios acuerdos diplomáticos y comerciales, ha permitido al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, romper la imagen de aislamiento internacional que las condenas por la represión de las manifestaciones opositoras, que se ha saldado con al menos ocho muertos, habían provocado. Irán mostró su voluntad de seguir actuando como potencia regional en Asia central.
GARA
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, bajo fuerte presión internacional por su política nuclear y la represión de las manifestaciones opositoras a finales de diciembre, viajó ayer a Tayikistán, país de Asia central con el que quiere estrechar relaciones.
Este viaje de dos días, que tendrá continuidad con un desplazamiento también de dos días a Turkmenistán, supone su primera salida al extranjero desde las manifestaciones del 27 de diciembre en Irán, durante las cuales al menos ocho personas murieron y se detuvo a cientos de ellas.
Junto a ello, se produce en un momento en el que Occidente amenaza con recurrir a nuevas sanciones contra Irán y se muestra irritado por el hecho de que Irán haya retrasado hasta finales de este mes el plazo de hasta final de 2009 fijado para alcanzar una solución al programa nuclear. Esta propuesta fue calificada de «pirueta» por el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner.
Ahmadineyad, que llegó ayer por la mañana a Dushambe, la capital tayika, no mencionó ninguna de estas cuestiones en sus intervenciones públicas. Tras una entrevista de dos horas con su homólogo tayiko, Emomali Rajmon, prefirió subrayar los estrechos lazos que unen a los dos países. «La cooperación entre Tayikistán e Irán es un ejemplo de colaboración constructiva en la región», dijo.
Irán aportará cerca de 200 millones de dólares [140 millones de euros] para la construcción de una central hidroeléctrica, que debería comenzar a finales de 2010. Teherán continuará invirtiendo en «energía, agricultura y otros sectores», prometió Ahmadineyad.
«Seguimos la situación en Afganistán y Pakistán y en la región y deseamos que la paz y la estabilidad vuelvan lo antes posible», añadió el presidente iraní en Dushambe.
La población de Tayikistán, país fronterizo de Afganistán, habla una lengua similar al farsi o persa, aunque emplea una versión propia del alfabeto cirílico. Ambos países están muy próximos culturalmente.
Asimismo, Irán es uno de los principales clientes de Tayikistán, la más pobre de las repúblicas ex soviéticas de Asia central, al comprar especialmente aluminio y algodón.
Rajmon, por su parte, mostró su apoyo a la realización de programas nucleares pacíficos por parte de Irán y reclamó que «este conflicto se resuelva por la vía de las negociaciones y de los métodos políticos y diplomáticos».
Ahmadineyad llegará hoy a Turkmenistán, donde inaugurará mañana junto al presidente Gurbanguli Berdimujamedov el segundo de los tramos del gaseoducto entre los dos países, lo que permitirá a Ashjabad reducir se dependencia de las redes de exportación rusas en beneficio de Irán.
El ministro iraní de Exteriores, Ramin Mehmanparasat, criticó ayer, en declaraciones a IRNA, al Estado francés por «conculcar los derechos humanos» por haber detenido a 481 personas durante la Nochevieja.
China instó ayer a Irán a «sumarse al consenso» en torno a la propuesta del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para «resolver la crisis nuclear».
«China apoya un consenso de todas las partes implicadas lo antes posible en base al texto de acuerdo propuesto por la OIEA», declaró la portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Jiang Yu, en un comunicado.
Jiang indicó, sin ofrecer más comentarios, que su país «ha tomado nota» de las informaciones que señalan que Irán está dispuesta a continuar hasta finales de enero las conversaciones para lograr un acuerdo sobre el enriquecimiento de uranio en el exterior.
Mientras EEUU y los países europeos habían fijado el fin de 2009 como fecha límite para responder a su propuesta de enriquecer uranio en el extranjero bajo vigilancia de la OIEA, el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, propuso «un ultimátum» hasta finales de enero.
La propuesta del Grupo de los Seis (EEUU, Rusia, China, Estado francés, Gran Bretaña y Alemania) prevé que Irán pueda enriquecer al 20% en Rusia la mayor parte de su uranio débilmente enriquecido -unas 1.200 toneladas- para obtener a cambio combustible para su reactor de investigación. GARA