Los equipos de la Gendarmería de la estación de esquí de Gourette contarán, por primera vez, con la colaboración de dos guardias civiles durante el periodo en que permanezca abierta.

Según informó la emisora de radio France Bleu Pays Basque, la decisión estaría motivada por «el gran número de ciudadanos españoles» que acuden habitualmente a la estación bearnesa para practicar el esquí, por lo que se considera que la presencia de miembros de los militares españoles «podría ser de gran ayuda» en caso de necesidad.

No es la primera vez, sin embargo, que miembros de las fuerzas de seguridad de otros estados intervienen en territorio francés para cuestiones relacionadas, en principio, con la afluencia de ciudadanos extranjeros por motivos turísticos, deportivos o de ocio.

Ya el verano pasado pudieron verse controles conjuntos de Policía francesa y miembros de la Policía alemana en varias localidades de la costa labortana, por ejemplo, en Ziburu. Unas semanas más tarde, ciudadanos de Ipar Euskal Herria afirmaban haber observado la presencia de guardias civiles en controles colocados en localidades del interior de Lapurdi y Nafarroa Beherea.