Gloria Rekarte ex presa
Contra reloj
El tiempo apremia y el PSOE quema cartuchos. Es ducho en castigos, en represaliasy amenazas. Tanto como en cloacas y alcantarillas. Y viene quemando cartuchos inquieto y crispado, arrastrando el escozor de la espina de la que no ha podido deshacerse: fuera del dolor infligido, de las muertes causadas, y aún a pesar de todo ello, la dispersión fue y es, estéril. No les ha procurado otros laureles que los de la venganza. Ni un fruto, ni un triunfo. Los kilómetros no han sido obstáculo, las distancias no han conseguido imponerse, el aislamiento no ha alcanzado a transformarse en soledad. Las palizas no han doblegado, la ocultación no ha logrado silenciar, la criminalización no ha ahogado la solidaridad. Es necesario un empujón más. Un nuevo cartucho de humillación; lo que los prisioneros vascos nunca han aceptado y sus allegados nunca tampoco aceptarán. Porque el tiempo apremia y es urgente dejarles lejos de una vez. Definitiva, irreversiblemente lejos. Lejos, solos y en silencio.
Los Señores de las Cloacas tienen prisa en desaparecerles. Les es indispensable para hacer desaparecer también lo que más temen, el peor de sus miedos: un proyecto que no puedan abortar; un proceso democrático que echando a andar, sea imposible detener. Y van, lo saben muy bien, contra reloj. Necesitan quemar un nuevo cartucho, y otro más. Y otro. Todos los cartuchos buscando el que llegue a resquebrajar, agrietar, quebrar, para poder sacudirse el miedo, para poder cantar, de un vez por todas, el triunfo durante 30 largos años perseguido. Una fractura, una sola fractura al fin, en lugar de esa pertinaz, exasperante, inconfundible cohesión del Colectivo.