La Oficina de Meteorología anunció ayer que Australia acaba de conocer el decenio más caluroso de su historia reciente, achacando al calentamiento climático global las olas de calor, la sequía, las tempestades de arena o los incendios que han caracterizado a este periodo.

2009 ha sido el segundo año más cálido desde el inicio de la recogida de datos climáticos en 1910, con una temperatura media superior en casi un grado a la media de los últimos cien años.

El climatólogo Dean Collins explicó que la temperatura media del decenio -22,3 grados Celsius- se ha situado 0,48 grados por encima de la media observada entre 1961 y 1990, lo que hace patente el calentamiento global del planeta.

«En el transcurso de los últimos sesenta años, cada decenio ha sido más caluroso que el anterior», indicó a France-Presse Dean Collins. «Un fenómeno de este género -añadió- no llega por azar. Refleja lo que está sucediendo a escala mundial».

Para este especialista, el calentamiento global resultante de la acción humana se ha combinado en el Pacífico con el fenómeno climático conocido como El Niño, que genera largas sequías.

2009, entre llamas

En 2009, Australia ha conocido hasta tres oleadas de calor históricas, una frecuencia a todas luces excepcional y ligada al calentamiento global, según asegura Collins.

La Oficina de Meteorología australiana prevé que en 2010 se registrarán condiciones similares, con un tiempo cálido durante los tres primeros meses, es decir, durante el verano austral.

Como colofón a un periodo de calor extremo, el 7 de febrero de 2009, que fue bautizado en algunos medios como «el sábado negro», 173 personas encontraron la muerte en los violentos incendios que sufrió Australia, donde más de 2.000 casas resultaron destruidas por las llamas.