Las valoraciones ante la carga policial contra los sindicalistas que el pasado domingo protestaban en Iruñea por la apertura de varios centros comerciales en día festivo, que se saldó con veinticinco heridos, se siguen sucediendo. Ayer fue el movimiento pro amnistía el que, a través de una nota de prensa, quiso sumarse a la denuncia de la actuación de los uniformados ante El Corte Inglés. A su juicio, esta agresión «ha dejado en evidencia, de forma notoria, al servicio de quiénes están las fuerzas represivas españolas en Euskal Herria». «Sin embargo -agrega-, y pese a que esto nosotros lo tenemos muy claro, parece que hay ciertos sindicatos y partidos políticos que quieren presentarnos estos hechos como situaciones aisladas». Frente a esta versión, el movimiento pro amnistía señala que «la violencia policial no es algo aislado», y recuerda que apenas unos días antes «los mismos policías cargaban tras una marcha antirrepresiva en Burlata, y no oímos a ninguno de estos partidos y sindicatos quejarse por ello».

También destaca que durante 2009 se han producido numerosas prohibiciones de movilizaciones, cargas policiales contra sectores juveniles, agresiones policiales, torturas contra personas detenidas, represión de movilizaciones sindicales, acoso a protestas ecologistas y antimilitaristas ofertas de colaboración y secuestros a manos de «elementos armados del Estado». Asimismo, cita la sentencia sobre el caso de Mikel Iribarren, «que muestra a las claras la impunidad histórica de los elementos policiales», ante lo que, según censura, «el arco parlamentario ha callado y los sindicatos políticamente correctos han mirado hacia otro lado».

Frente a esta situación, exige la salida de Euskal Herria de «las fuerzas de ocupación» españolas y francesas.