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Los rojiblancos visitan La Rosaleda

Camino y perspectiva conocidos

El Athletic llega a Málaga con el objetivo de recuperar sus mejores sensaciones como visitantes, tras el tropiezo frente al Mallorca. En caso de victoria, el conjunto rojiblanco optará de nuevo a terminar la jornada en posiciones europeas.

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Amaia U. LASAGABASTER

La derrota frente al Mallorca fue un accidente sin mayores consecuencias. A ese mantra se ha aferrado toda la semana el Athletic, que ahora debe convertirlo en realidad. Para hacerlo, sólo necesita ganar en Málaga.

Y es que si el Athletic consigue los tres puntos en La Rosaleda, podrá seguir hablándose de una trayectoria prácticamente impecable como visitantes de los rojiblancos, que antes de su viaje a las islas habían enlazado tres victorias -cuatro con la de Austria- consecutivas lejos de San Mamés. Y su reflejo en la clasificación puede ser similar al que se acariciaba la semana pasada, aunque en esta ocasión el triunfo propio también necesite la ayudita de Osasuna en Riazor para que la jornada se cierre con los bilbainos en posiciones europeas.

Una perspectiva que no es nueva, como tampoco lo es el camino que puede conducir al Athletic a su reencuentro con el triunfo. Como sucediera con los anfitriones anteriores al Mallorca, también el Málaga anda necesitado. El equipo de López Muñiz acumula siete jornadas sin conocer la derrota, pero como quiera que la victoria también se le resiste -ha saldado esas siete semanas con seis empates y un solo triunfo-, sigue anclado en posiciones de descenso. Y aunque el ambiente en la ciudad andaluza no parece ser especialmente tenso, la situación anímica del equipo debe dejar traslucir en algún momento su necesidad de puntos.

Unas aguas en las que, como se ha demostrado, el Athletic se mueve de miedo. Salvo sorpresa visitante o fulgurante arranque local, el desarrollo del encuentro parece bastante previsible en su primer tramo, con los rojiblancos aguantando el máximo tiempo posible, a la espera de su oportunidad y el hartazgo rival.

Problemas de Castillo

También puede recitarse prácticamente de memoria el once rojiblanco, que Joaquín Caparrós volverá a tocar lo justo. El único cambio forzoso llegará en el lateral zurdo, con la entrada de Koikili por Xabi Castillo, que causó baja de última hora por problemas en los isquiotibiales.

No están aseguradas, aunque sí previstas, más novedades en la zona de ataque. Sobre todo el regreso de Gaizka Toquero que, una vez cumplida su sanción y superados sus problemas físicos, volverá a acompañar a Fernando Llorente en punta. El perjuicio para Markel Susaeta, que ocupó esa posición en el Ono Estadi, puede no serlo finalmente, ya que el eibarrés se disputa una plaza en banda izquierda con Fran Yeste e Iker Muniain.

Por parte del Málaga, que, a falta del papeleo, no podrá contar con el recién llegado Felipe Caicedo -cedido por el Manchester City-, López Muñiz ha citado a 19 jugadores, ya que esperará hasta el último momento para ver si puede contar con los renqueantes Duda y Juanito.

Caparrós pide «más ritmo» a sus hombres

Joaquín Caparrós concedió mucha importancia a la fortuna en su análisis del encuentro frente al Mallorca, pero también admitió que a su equipo le había faltado algo de ritmo. De ahí que esa sea, precisamente, su exigencia para la visita al Málaga.

«Tenemos que volver a ser nosotros, saber lo que tenemos que hacer colectivamente y, sobre todo, meterle más ritmo, no como el domingo pasado. El partido debe ser diferente a ese», subrayó el técnico, que no cree que a su rival deba pesarle en exceso la «ansiedad».

Su homólogo cree que el Málaga deberá «mover» a un Athletic «muy físico», para «desordenarles».

GARA

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