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SEGUNDA Octava victoria consecutiva en Anoeta

El viento del Norte no cambia la dirección que lleva al éxito

Los blanquiazules supieron sobreponerse a las bajas y al tempranero tanto de Tristán para remontar con goles de Aranburu, Agirretxe, Elustondo y Griezmann. El Betis queda ya a doce puntos tras caer en Soria.

CÁDIZ club de fútbol

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REAL SOCIEDAD

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Joseba ITURRIA

El mal juego de Villarreal, las lesiones de Estrada y Zurutuza, el retraso de Bueno en su viaje a Uruguay y la infección de Carlos Martínez a última hora hacían temer que el viento que había soplado a favor en el final del 2009 cambiara de dirección. Pero el viento del Norte que azotó duro en Anoeta eliminó esa sensación, porque la Real de ayer fue la misma que ganó al Real Unión en un partido similar.

No sólo terminó el encuentro con el mismo resultado. Como entonces venía a Anoeta en puestos de descenso un equipo recién ascendido que había apostado por mantener el bloque que consiguió el objetivo el año pasado. Y de igual forma la Real no necesitó hacer un buen partido para golear a su rival.

Como entonces el equipo irundarra, el Cádiz quiso jugar al fútbol en Anoeta, con una defensa adelantada que sólo se puede sostener cuando un equipo tiene confianza y está muy trabajada la presión en el centro del campo. A la Real le bastó con aprovechar las facilidades defensivas de su rival. Y si los asistentes de Ontanaya López no llegan a tener un muelle en el brazo y no levantan el banderín cada vez que veían a un realista encarar la meta de Kiko Casilla en solitario, la goleada podía haber resultado escandalosa.

El bueno de Javi Gracia sentía que su vida como entrenador del Cádiz dependía del resultado que iba a obtener en un estadio en el que se le ha querido como en ningún otro y su estrategia resultó casi un suicidio. Además, aunque no quiso excusarse en la mala suerte, la tuvo.

Los tres primeros goles de la Real llegaron en rechaces que favorecieron a los rematadores en una demostración de que la racha no ha cambiado con el cambio de año. Al que está arriba todo le acompaña y al que se ve abajo todo se le vuelve en contra. Las inercias son claves siempre y más en Segunda.

Un comienzo extraño

Y eso que un extraño inicio del partido hizo temer por el cambio de racha. Empezó a nevar de forma insistente y en la primera ocasión en el minuto 3 en la que Xabi Prieto superó la línea defensiva adelantada de los gaditanos, dribló al portero Kiko Casilla y cedió atrás para que Aranburu empezara a asumir el protagonismo que le había faltado en las últimas jornadas. Sólo tenía a Mansilla bajo la portería como único obstáculo y envió el balón al metro cuadrado donde se encontraba el central.

El azpeitiarra acusó el golpe de esa jugada y de la falta de confianza tras un mes como suplente en la pérdida que tres minutos más tarde originó el gol de Tristán tras un mal despeje de Bravo. Compensó sus errores con un remate de casta que permitió devolver la igualdad al marcador antes de que pudiera saberse qué iba a hacer el Cádiz con el resultado a favor.

A partir de ahí, hizo lo mismo que al inicio del encuentro, con una defensa muy adelantada en una táctica arriesgada, porque tampoco sus centrales son nada rápidos ni la presión de sus jugadores más adelantados era la necesaria. Sólo el juez asistente encargado de seguir el ataque realista hizo buena esa táctica, ya que erró en tres de las cuatro ocasiones en las que levantó el banderín, la del gol bien anulado a Agirretxe. En las otras tres el usurbildarra y Griezmann, por partido doble, se marchaban sin oposición al área rival cuando sus jugadas fueron anuladas por una serie de fueras de juego inexistentes.

Esa táctica de Gracia permitía al Cádiz estar en el campo de la Real y llevar la iniciativa con un buen manejo de balón. Pareció que Iturralde se levantaba del banquillo para pedirle a Labaka que fuera él quien se encargara de buscar balones largos a las espaldas de los centrales rivales para aprovechar los metros que había entre sus posiciones y su portero. Además se buscaba a Xabi Prieto para que sus peinadas fueran aprovechadas por jugadores que llegaban desde atrás, táctica que sólo el juez asistente dejó sin premio.

El primer tiempo no deparó más que una pérdida de Xabi Prieto similar a la de Aranburu que motivó una falta lanzada por Diego Tristán, detalles de calidad de Griezmann, que buscó más túneles que un metro, un remate de Labaka que despejó Casilla y demasiadas faltas de Diego Rivas, que pudo no irse con los demás al descanso porque la reiteración de faltas es sancionable con tarjeta y la entrada que le costó la que vio por sí sola merecía ese castigo.

La jugada clave

Bastaron 40 segundos del segundo tiempo para confirmar que la brújula de la Real recuperada hace un año tiene bien definido ese Norte desde el que ayer llegaba la nieve y el viento frío que empujó a Agirretxe a pelear por un balón. Tuvo la recompensa que le brindó la fortuna para encontrarse con un rechace que le permitió marcar su sexto gol de la temporada.

La misma fortuna que acompañó al disparo de una falta sin mucho peligro de Elustondo que el rechace convirtió en inalcanzable para Casilla. A partir de ahí el Cádiz asumió aún más riesgos y Griezmann los aprovechó al recuperar un balón en su campo y preferir acabar la jugada él solo a pesar de que eran cuatro los realistas que atacaban contra un solo defensa.

Si el 4-1 ya era exagerado, el quinto debió subir al marcador en una nueva jugada a placer de los realistas en la que Elustondo permitió a Prieto rematar a placer. Por suerte, de ese gol no depende hoy el liderato ya que con él también el Hércules sería líder si gana al Cartagena. De darse ese resultado y no ganar el Rayo en Córdoba el cuarto quedaría a nueve puntos. Y el Betis ya está a doce. Que siga la racha.

Lasarte: «Hemos sufrido el parón y era muy importante ganar para volver a esa inercia»

Martín Lasarte destacó que «el equipo ha sufrido este parón, ha modificado esa inercia, esa voracidad de ganar y jugar por momentos bien o muy bien. El otro día se notó, cosa que era comprensible, y más allá de los trámites y las maneras, ganar era muy importante para volver a esa inercia. En casa el equipo se siente cómodo y bien y eso es importante».

Pareció no gustarle que le dijeran que la Real tuvo más pegada que fútbol: «Erramos unas cuentas ocasiones. Tuvimos pegada, pero al margen de algunos fuera de juego inexistentes, me pareció que con más pegada la diferencia sería mayor. No hicimos un gran partido, cuatro goles no los ha metido nadie al Cádiz. Los metemos y jugamos mal... Mi equipo salió muy bien, tuvimos una ocasión muy clara y eso hubiera encarrilado mejor las cosas. El Cádiz juega mejor que los puntos que tiene. Hizo el gol, perdimos la paciencia y empatar pronto puso en su lugar las cosas, pero la opción de cambiar el partido se alargó más de lo que queríamos».

Un Javi Gracia muy tocado tras una derrota que puede costarle el puesto dijo sobre su futuro que «es cuestión de resultados y confianza y no soy el que toma esas decisiones. Ojalá pueda entrenar muchos partidos al Cádiz. No depende de mí». Del encuentro añadió que «los goles en muchas ocasiones han sido regalos y con tanta concesión atrás y tantas facilidades un equipo como la Real te machaca. Hemos llevado la iniciativa en el juego, lo intentamos, pero con poca pegada».

Joseba ITURRIA

 

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