Insurgencia en Afganistán
Los talibán llevan sus ataques al corazón de Kabul
Cinco muertos y 38 heridos es el balance del operativo que los talibán llevaron a cabo ayer en pleno corazón de Kabul, donde atacaron el palacio presidencial, varios ministerios y un centro comercial. Soldados y policías afganos, con la ayuda de las tropas extranjeras, hicieron frente a los insurgentes, restableciendo la normalidad. Sin embargo, los talibán mostraron su capacidad de atacar en cualquier punto de Afganistán, incluso en el corazón de su capital.
GARA | KABUL
Explosiones, disparos de kalahsnikov y de ametralladoras pesadas, coches calcinados y edificios ardiendo: los talibán, que ayer llevaron a cabo ataques coordinados en Kabul, transformaron el centro de la capital afgana en un verdadero campo de batalla durante cuatro horas.
Durante el periodo en el que se desarrollaron los combates, los kabulíes abandonaron el centro de la ciudad, especialmente el entorno de la plaza Pashtunistán, que estuvo bloqueada por la Policía.
Los habitantes permanecieron enclaustrados en sus casas y los comercios estuvieron cerrados a cal y canto en las calles que llevan al palacio presidencial y a los ministerios, contra los que, según un portavoz de los talibán, actuaron veinte kamikazes.
Los peatones huyeron de este barrio comercial, habitualmente muy frecuentado, tras la primera explosión, declaró a France Presse por teléfono un comerciante del barrio, Bahram Sarwary. «He visto cómo el humo subía de un edificio situado cerca del Banco Central y del palacio presidencial y también he visto a al menos una persona herida», explicó.
A lo largo de la mañana se registraron explosiones, al menos dos de ellas muy potentes, y disparos de armas automáticas y de ametralladoras pesadas en pleno centro de la capital afgana. El olor acre de la pólvora llevada por el viento saturó el aire a más de un kilómetro de la plaza Pashtunistán, donde se ubican el palacio presidencial, los ministerios de Justicia, Finanzas y Minas y el centro comercial Qari Sami.
Las sirenas de las ambulancias sonaron continuamente durante toda la mañana en el centro mientras que las ambulancias y los camiones de bomberos convergían en el centro comercial.
Un conductor de France Presse, Aktar Mohammad, se encontraba a medio centenar de metros de una rotonda, cerca del Ministerio de Exteriores, cuando un coche bomba conducido por un kamikaze estalló.
«He visto a soldados y policías corriendo en todas las direcciones. Parecía que intentaban parar un coche», dijo. «A continuación, vi un enorme flash de luz delante de mí e, inmediatamente después, una gran explosión y humo», añadió.
A un kilómetro de allí, las fuerzas de seguridad se desplegaron detrás de sus vehículos blindados para protegerse de los disparos ante el centro comercial Qari Sami, uno de los más importantes de la capital, que estaba en llamas.
El cuerpo calcinado de un comerciante fue retirado por los policías.
A su lado, las fuerzas internacionales apoyaban a los militares y policías afganos, mientras que varios helicópteros de la OTAN sobrevolaban la zona.
El enviado especial de EEUU a Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, condenó ayer el ataque múltiple llevado a cabo por los talibán en Kabul y afirmó que los insurgentes son «gente desesperada».
«No es sorprendente que los talibán lleven a cabo algo así. Están desesperados, son despiadados», dijo a los medios indios Holbrooke, que se encuentra de visita oficial en Nueva Delhi. «Quienes hacen esto no sobrevivirán al ataque ni tendrán éxito. Pero podemos esperar cosas así con regularidad», añadió, en declaraciones citadas por la agencia IANS.
Según Holbrooke, los autores del ataque forman parte del grupo de insurgentes que operan en las áreas tribales de la frontera afgano-paquistaní, un bastión tradicional de los talibán y los miembros de Al-Qaeda.
Holbrooke, que ayer comenzó una visita oficial de dos días a India, se reunió con el ministro indio de Exteriores, S.M. Krishna, con quien analizó maneras de estabilizar Afganistán, informó IANS.
Tanto India como EEUU participarán el día 28 en la Conferencia de Londres sobre Afganistán, convocada por el primer ministro británico, Gordon Brown, para fijar objetivos de acción y analizar la situación en ese país.
India, el mayor donante del sur de Asia para Afganistán, se ha comprometido hasta ahora a destinar 1.300 millones de dólares [904 millones de euros] en ayudas.GARA
Mientras se producía el ataque talibán, catorce ministros juraron sus cargos en el palacio presidencial. El Gobierno afgano debe nombrar a otros once ministros, que tienen que obtener el visto bueno del Parlamento a partir del 20 de febrero.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, señaló que los dos periodistas secuestrados en Afganistán a finales del año pasado cometieron «una imprudencia». Estas manifestaciones fueron criticadas por las asociaciones de la prensa y la oposición.